Javier Fueyo

En total, Volvo destinó 107 C30 para convertirlos en esta edición especial, cada uno con una placa conmemorativa que le recuerda al portador que ayudó a quienes lo necesitaban. El último de estos autos lo donó la firma sueca a Red Sox, para que fuera rifado. La feliz ganadora del auto fue Linda Brennan, ubicada en Montpellier.

Volvo, Red Sox y Red Sox Foundation destinarán los 1.4 millones de dólares recaudados por 140.000 boletos de la rifa del particular C30 para los niños y familias necesitadas en Nueva Inglaterra. El sorteo fue todo un éxito para la fundación por los históricos aportes, y para Volvo, pues la publicidad y buena imagen que han ganado se verá reflejado en ventas indiscutiblemente.

El auto se diferencia de los demás C30 en primera instancia por su color rojo (de una tonalidad diferente al de serie), un logo de la fundación en su cristal trasero, así como en los tapetes del auto. También son autos reconocidos por la liga de Baseball de USA con una pequeña placa individual, de acuerdo al juego, ganador y puntuación en que el auto fue entregado. Se encuentran también detalles vistos en el C30-R como sus rines, y el interior viene cargado con gran equipamiento. El motor es el T5 de 230 HP y 236 lb-ft de torque.

Un auto de especial diseño, grandes prestaciones y concepto, que de la mano de su fabricante, la liga de baseball y una reconocida fundación, logran darle un nuevo espacio en el tiempo de manera caritativa, el cual los beneficiarios lo agradecerán infinitamente. Gracias y felicitaciones a las empresas que lo hicieron posible y ojalá la iniciativa fuera más a menudo.