BMW M celebra 50 años y para conmemorarlo, nos deja 10 de sus modelos más icónicos, iniciando por el mítico M1.
BMW Motorsport GmbH nació en 1972, como la división de BMW encargada de los autos de producción modificados para competencia. Por homologación tuvieron que construir 1,265 unidades del 3.0 CLS E9 para calle, lo que al final redituó en seis campeonatos en el European Touring Car Championship, en 1973 y entre 1975 y 1979. El éxito en competencia y la demanda por los autos BMW M al final derivó en la llegada del mítico M1 en 1978, considerado el primer BMW que recibió la “M” de la filial.
Este año, se celebra el 50 aniversario de la división, ahora conocida como BMW M GmbH. La firma bávara nos recuerda a 10 de los modelos más icónicos de BMW M, incluyendo por supuesto al mencionado M1 ¿Cuál es su favorito?
Con trazos de Giorgetto Giugiaro, el BMW M1 era propulsado por un motor de seis cilindros en línea de 3.5 litros, con 277 caballos y 243 lb-ft, aunque algunas variantes turboalimentadas de competencia ofrecieron de 490 a 900 caballos. Se fabricaron 456 unidades.
El primer M3 se basó en la segunda generación del Serie 3, creando una de las dinastías más reconocidas de BMW M. Usaba un motor de cuatro cilindros en línea 2.3 litros con 200 hp, posteriormente, 2.5 l con 238 hp.
Apodado por el público como “clown shoe”, el Coupé M derivado del Z3 ha ganado reconocimiento con los años por su carrocería rígida Shooting Brake, sumado a su motor L6 3.2 l de 321 caballos, capaz de girar a 7,000 rpm.
Si hay un M que es comparable al M3, ese es el M5. Si bien los primeros se lanzaron en 1984 con un motor de seis cilindros, fue el modelo 1998 el que marcó distancias con un V8 4.9 l de 400 caballos, capaz de llegar a los 298 km/h.
Las siglas CSL no eran nuevas en BMW M, pero en 2003 se asociaron por primera vez con el M3. El L6 3.2 l llegó hasta los 360 caballos y se recortaban 110 kg del peso, hasta los 1,382 kg, con elementos como polímero reforzado con fibra de carbono o un piso del maletero de aglomerado.
Si un V8 no era suficiente, en 2005 el M5 recibió un motor V10 de 507 caballos con tecnología M1. Una opción a transmisión manual sólo estuvo disponible en USA, mientras que hubo una variante Touring de la que se fabricaron menos de 1,000 unidades.
La división BMW M también “tocó” a los compactos de la Serie 1. El 1M Coupé recibió un 3.0 l Biturbo de 340 caballos, con 332 lb-ft, o 397 lb-pie vía Overboost. Tenía una relación peso potencia de 4.4 kg por caballo.
Mientras el M5 recibió un V10, el M3 hacía lo propio al alojar un V8 4.4 l en su vano frontal. La potencia era de 450 caballos y 325 lb-ft, lo que sumado a sus frenos y suspensión mejorados y peso de 1,530 kg, lo hacía uno de los modelo más cercanos a un ajuste de pista.
Para los que clamaban por un M2 CSL, el que más cerca estuvo fue el M2 CS de 2019. Ganó 40 caballos para llegar a 450, que podían combinarse con una caja manual o una DKG de siete velocidades, además de frenos carbonocerámicos opcionales.
El más reciente representante de la saga CSL fue presentado hace unas semanas. El M4 CSL ofrece 500 caballos y una reducción de 100 kg, gracias a partes con CFPR y el retiro de los asientos traseros. Ya es el BMW más rápido en Nürburgring, con un crono de 7:15.677.
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