Javier Fueyo

La innovación ahora radica en que Alpinestars integra totalmente el dispositivo de seguridad pasiva en un traje y en lugar de usar un cable, un grupo de sensores es capaz de determinar acertadamente cuando ocurrirá una caída.

Para evitar que las bolsas (que aumentan el tamaño del traje discretamente al funcionar) se inflen innecesariamente, los sensores no sólo monitorean constantemente los movimientos del conductor, sino que también tienen en cuenta si el motor de la motocicleta está en funcionamiento (ya sea de combustión o eléctrico).

Su activación se determina en ocho milisegundos. Otros cincuenta son necesarios para que se inflen las bolsas, mientras que 25 segundos después estas se desinflarán totalmente. Son dos cilindros con una carga de nitrógeno los responsables del funcionamiento de esta invención. Como es usual en estos sistemas para motocicletas, se pueden recargar y no hace falta reemplazarlo en su totalidad, como en los autos.

La empresa encargada de este interesante desarrollo asegura que tendrán aplicaciones para competición, para calle y para aquellos que circulen por terrenos destapados.

Pese a no ser algo directamente relacionado con el automóvil no deja de ser interesante este avance en la seguridad para los motociclistas, más con el caótico y peligroso tráfico de estos vehículos en muchas de las grandes ciudades de nuestra región.