Audi presenta en esta edición del Salón de Detroit, bajo denominación de “concept” una propuesta de un deportivo con motor turbodiesel: el Audi R8 V12 TDI. Este modelo inspirado en el Audi de competición de las 24 horas de Le Mans, el R10, es una propuesta que el fabricante alemán hace al mercado con la sana intención de onerlo en producción en un tiempo no muy largo.
El motor del Audi R8 es, por decirlo de forma simple, la unión de dos motores 3.0 TDI que la marca pone en muchos de sus modelos de calle. La distancia entre cilindros es de 90 mm mientras que el ángulo que forma la V es de 60º; su longitud total es de 684 mm -166 mm menos que un V8 TDI por ejemplo- lo que le permite encajar perfectamente en el vano motor que el Audi R8 dispone en posición central.
Casi 6 litros de cilindrada, 500 CV de potencia y, lo que es más importante 102 mkg de par a tan solo 1.750 rpm son cifras que impresionan casi más que sus potencial más de 300 km/h de velocidad máxima o sus 4,2 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, pero todo ello junto forman una tarjeta de presentación más que llamativa.
La tecnología que se implanta es de última generación: conducto común con 2.000 bares de presión, inyectores piezoeléctricos de ocho orificios y dos turbocompresores con una presión máxima de 2,6 bares. El cárter está fabricado de fundición gris y granito vermicular, una composición más duradera y rígida y que permite un ahorro de peso de aproximadamente del 15 por ciento con respecto a una fundición gris.
Como curiosidad, este motor del Audi R8 V12 TDI cumple con la normativa anticontaminación Euro 6 que entrará en vigor el próximo año 2014.
El nuevo Audi R8 V12 TDI no contará con caja de cambios automática, ni siquiera la S-Tronic disponible en otros modelos de la marca. Se ha apostado por la deportividad de una caja de cambios manual de seis relaciones que dispone de rejilla tipo Ferrari en su palanca de cambios.
La carrocería del Audi R8 V12 TDI sólo pesa, en bruto, 210 kg ya que está fabricada siguiendo la tecnología Audi Space Frame –ASF- con perfiles extrusionados de aluminio y piezas de fundición. Las grandes aberturas tanto en su frontal como en su parte posterior consiguen, por un lado darle un aspecto más que llamativo y, por otro, conseguir una mayor difusión y refrigeración del aire.
Un deportivo de estas prestaciones debe contar con un equipo de frenos a la altura para detener el coche en distancias más bien cortas y disponer de una alta resistencia a la fatiga frente al trabajo duro. Por ello, el Audi R8 V12 TDI cuenta con un equipo de frenos de seis pistones y discos cerámicos autoventilados que consiguen mantener su eficacia incluso cuando se rueda en circuito y se el exige al coche el máximo de prestaciones.
La esperada versión descapotable del Audi R8, la Spider, será presentada la semana que viene en durante el Salón del Automóvil de Frankfurt. Antes, sin embargo, os anticipamos las pimeras imágenes del superdeportivo alemán filtradas en Internet sin permiso de Audi.
La casa de Ingolstadt nos tenía ilusionados con la variante diésel de su mejor deportivo. Este proyecto apuntaba a convertir al R8 en el auto de producción más rápido utilizando este combustible. Por lástima, la industria no aceptaría este vehículo por ahora.
La división Motorsport de Audi acaba de culminar un nuevo proyecto, el Auti R8 GT3. Dirigido única y exclusivamente a la competición con el mismo nombre, más allá de modificaciones en el plano estético y aerodinámico, lo más destacable son los 500 HP de su V8 4.2 litros atmosférico, que en la versión de calle rinde "sólo" 420 HP. Otro dato interesante es su reparto de torque a las ruedas. Nada de tracción integral; la competencia obliga a que sus participantes tengan propulsión trasera