Javier Fueyo

Según Walter de Silva, el A5/S5 es el auto más bello y bien proporcionado que jamás haya diseñado; sin duda un enfoque extraño dado que, como diseñador jefe de Audi, también fue responsable de la ceración del TT y el R8, que para muchos, son más bellos que el A5. En fin, es cuestión de gustos.

Lo que sí es un hecho es que el S5 presume una de las figuras mejor proporcionadas entre los autos de nicho. Sus líneas son muy fluidas y, de alguna manera, no oculta cierto parecido con el BMW Serie 3 Coupé, su más acérrimo rival y una de las principales razones para la creación del coupé de Audi.

Al frente luce unos grupos ópticos relativamente discretos y sobrios, en los que destaca la línea inferior de diodos luminosos que hacen las veces de luces de día; muy al estilo del R8. Los costados son limpios, sin molduras y con una cintura elevada que colabora a lograr esa imagen agresiva. Finalmente en la parte posterior hay nuevas calaveras que poco se parecen a otros Audi y, nuevamente, nos remiten al Serie 3 Coupé. En el interior se respira un ambiente de mucha calidad.

Todos los materiales son agradables a la vista y al tacto, mientras que los ensambles son en verdad impecables; no existe la más mínima vibración o ruido. De serie, podemos encontrar elementos como cuero, techo eléctrico panorámico, climatizador doble, luces de xenón direccionales, interfaz MMI y un equipo de audio firmado por Bang & Olufsen, entre otros.

Como es de esperarse en un coupé, los pasajeros de los asientos delanteros encontrarán un gran espacio en todas direcciones, particularmente para las piernas. No así los que viajen en el asiento de atrás, que a pesar de no ser tan estrecho como en otros autos de su tipo, no se antojan los viajes muy largos. Finalmente de eso se trata: es un auto de corte 100% personal en donde, en el mejor de los casos, irán dos personas.

En movimiento, el S5 sorprende por la buena calidad de marcha. Si bien la suspensión es firme, pensada para rodar más en carretera que en ciudad, existe un buen nivel de comodidad. Acelerando a fondo, su V8 de 4.2 litros y 354 HP con caja tiptronic se nota fuerte pero no espectacular; puede lograr el 0 a 60 mph en cerca de 5 segundos nivel del mar y obtener una máxima en torno a los 155 mph. Valores muy buenos pero que parecen menos por la gran insonorización de la cabina.

En general, es un coupé de algo más de 50.000 dólares de excelentes maneras y manejo satisfactorio, pero que no alcanza a generar el nivel de sensaciones que, insistimos, un Serie 3 Coupé de BMW.