BMW, que tiene la costumbre de apoyar varios futuros talentos en el diseño automotriz a nivel global, patrocinó el proyecto de Anne Forschner, que a sus 24 años se graduó de la Universidad de Pforzheim, Alemania, como diseñadora especializada en transporte.
‘Estilo de vida de voluntaria simplicidad’, eso significa la sigla ‘Lovos’ al traducirla a nuestro idioma y ese es el nombre con el que se ha bautizado este particular concepto de una estudiante de diseño alemana.
El diseño del Lovos partió de dos preguntas, la primera interrogante consistía en saber cuántas piezas podrían componer el exterior de un vehículo, la segunda, muy relacionada, complementaba la incógnita de cierta forma al cuestionar como se vería un auto si por fuera sólo una pieza idéntica se repitiera a través de toda la carrocería.
En el Lovos fueron 260 las piezas finales, que se pueden intercambiar y mover según los requerimientos del vehículo. Los paneles ubicados en las ruedas actúan como freno pues al desplegarse oponen resistencia al aire, mientras que aquellos puestos en la carrocería aprovechan la energía solar para producir electricidad y se mueven de acuerdo a la ubicación del sol.
Según el equipo de diseño que está llevando a cabo este particular prototipo a escala real, el habitáculo contrasta el exterior con superficies y materiales suaves.
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
La nueva Mexican 500 se realizará en Mexicali, Ensenada y San Felipe a finales de septiembre.
La Fórmula 1 corre en Alemania rodeada de escepticismo hacia Pirelli, quien asegura dará buenos productos para que no pase lo de Silverstone.