El BMW Serie 7 ActiveHybrid emplea un sistema mucho más convencional que el que lleva la X6 de la misma denomincación. Cuenta con un solo motor eléctrico que va entre el propulsor de gasolina y la caja de cambios. En este caso el sedán no se puede mover únicamente de manera eléctrica, sino que la segunda planta de poder asiste el auto en fases de aceleración y frenada, generando un efecto de retención. Curiosamente, y a diferencia del X6, las baterías son de ion-litio. También van ubicadas bajo el piso del baúl.
Comparte el motor de gasolina con el 750i, es decir un V8 de 4,4 litros turbocargador de 407 HP, aunque la caja de cambios es la del 760i, la potencia declarada es mayor en el caso del híbrido, y ahora asciende a 455 caballos con un torque de 516 lb-ft. Su velocidad máxima es equivalente al del resto de los Serie 7, limitada a 155 mph, y hasta sesenta puede llegar en unos asombrosos (teniendo en cuenta su tamaño y peso) 4,8 segundos. El consumo promedio gasolina es de 25 mpg, mejor que el del X6 a pesar de tener un sistema híbrido menos ‘descrestante’. El Serie 7 ActiveHybrid es 15% más eficiente que un 750i convencional.
De esta manera BMW se une de forma contundente -aunque tardía- a la oferta de modelos híbridos, con dos propuestas que tienen argumentos de sobra con respecto a su competencia, que no es mucha (Lexus LS460L y Mercedes S400h), pero que es muy fuerte.
Uniéndose a sus equivalentes de la Serie 7 y la SUV X6, el nuevo BMW Serie 5 F10 ahora cuenta con una versión híbrida, aunque esta todavía es sólo un carro concepto.