Javier Fueyo

Los amantes de la conducción deportiva y los más puristas dirán que para sedanes de lujo, los alemanes de Audi, BMW o Mercedes; pero la verdad es que existe algo más. Los sedanes americanos siempre han estado ahí, pero como históricamente eran poco competitivos frente a sus contrapartes europeos, poseían un estigma que mucho trabajo les ha costado quitarse. El resultado es tangible.

Ejemplares como los que ilustran este reportaje están prácticamente a la par de cualquier europeo, con algunas diferencias que si bien siguen presentes, se han reducido mucho en los últimos años.

Los estilos son diferentes, pero como nunca antes, las marcas han encontrado denominadores comunes que han hecho de este segmento uno muy atractivo.

Es cierto que hay diferencias sensibles que ya iremos desmenuzando (como el tipo de motor y tracción, por ejemplo), pero temas como la sensación general de calidad, el abundante equipamiento, un espacio casi inagotable y materiales agradables a la vista y al tacto están presentes en todos ellos.

COMPARATIVA EN DISEÑO E INTERIORES

COMPARATIVA EN MECÁNICAS Y PERFORMANCE

En términos generales, cualquiera de los cuatro será capaz de satisfacer ampliamente los gustos y necesidades de quien se compre un coche de medio millón de pesos. Los cuatro tienen motores potentes, equipamientos abundantes y cabinas amplias y bien terminadas.

Eso sí, los precios pudieran jugar un papel muy importante. El menos costoso es el 300C, a pesar de que está tan bien equipado como los demás y es el más potente por mucho; precio, 487 mil pesos. Le sigue el LaCrosse, el más nuevo y grande de todos, también el de diseño más vanguardista; 540 mil. Poquito más arriba está el Lincoln, el menos potente pero el mejor equipado; 543 mil. Por último el más refinado de todos, el CTS. Es el segundo más potente y se perfila como el más satisfactorio en general. También es el más caro: 583 mil pesos. Usted decide.