Esta vez un posible salvador podría ser un gigante europeo, que por medio de una colaboración con Chrysler podría consolidar una estrategia de expansión en el mercado norteamericano; se trata de Fiat.
El tercer fabricante más grande de Europa ya estuvo en colaboraciones en el pasado con General Motors, y hoy día quedan reminiscencias de dicha alianza, en productos como el Grande Punto (que comparte plataforma con el Opel Corsa más reciente) y gran parte de su portafolio de motores Diesel; también ha estado trabajando con Ford (El nuevo citadino Ka está basado en el 500).
La colaboración entre ambas marcas sería interesante, pues mientras la firma de Auburn Hills necesita tomar prestadas algunas bases para autos pequeños y eficientes (especialidad de Fiat), la italiana necesita capacidad productiva y una red establecida de concesionarios en los Estados Unidos, algo que en este momento incluso le sobra a Chrysler.
¿Será que en los antiguos dealers de Chrysler, donde veíamos al PT Cruiser, al Challenger y al Wrangler ahora veamos un Fiat 500 y un Alfa Romeo Mi.To?
La compañía italiana dirigida por Sergio Marchionne no sólo acaba de firmar con Chrysler LLC (compañía de la cuál podría tener hasta el 51% en 2013), sino que anunció que Opel seria su socio ideal y que lucharía por él. Lógicamente, la firma Vauxhall va en el paquete, pero menos esperadas son las intenciones de quedarse con Saab.
Como si no fuera suficiente la difícil situación que enfrenta el grupo norteamericano, y tras desechar la potencial alianza con Chery para producir un vehículo pequeño, ahora se ve en riesgo el convenio que se tenía previsto con la japonesa Nissan.