El grupo italo-americano inyectará 300 millones de dólares en una planta en Indiana para dar comienzo a la producción de una transmisión de ocho velocidades que fue desarrollada por el proveedor alemán ZF.
Los productos beneficiados en algún futuro podrían ser los Chrysler 300, el Dodge Charger, las pick-up Ram y la recién lanzada Jeep Grand Cherokee. Autos ya la venta como los BMW Serie 5 y 7 o la SUV Audi Q7 ya están usando esta pieza.
Las ventajas de esta decisión de Chrysler se traducen en una reducción del 25% en el consumo de combustible para 2014 (la caja se empezará a ensamblar en 2013) y el hecho de conservar aproximadamente 1,200 empleos.
Mientras tanto, Chrysler importará las transmisiones de Alemania.
El título no podría sonar muy entretenido, pero se trata de una trascendental movida en donde un gigante chino estaría haciendo compras dentro del sector automotor alemán.