La serie de carreras Fórmula 1 es una de las disciplinas deportivas más avanzadas en términos de tecnología, un hecho que fue demostrado de sobra durante las competencias de la temporada 2014. La temporada del año pasado fue la primera en integrar las llamadas "unidades de poder" como reemplazo de los motores convencionales.

Aunque decimos convencional, no quiere decir que los motores de la generación previa no hayan sido sofisticadas piezas de ingeniería y tecnología. El motor oficial de la temporada 2013 estaban acoplados a diversas computadoras que controlaban los sistemas a bordo en fracción de milisegundos. También contaba con particiones diferenciales de torque controladas por computadora, mapeo de posición del acelerador y mapas digitales de alta fidelidad.

Los bólidos más tecnológicamente avanzados sobre la faz de la tierra ya no serán impulsados por esta "simple" máquina de combustión interna. Ahora, los vehículos F1 contarán con un ICE (internal combustion engine) que será complementado por la acción conjunta de dos sistemas híbridos separados e interconectados y tres componentes adicionales encargados de generar más potencia.

La "unidad de poder" se descompone en los siguientes componentes:

*Motor de combustión interna (ICE – Internal Combustion Engine).

*Turbocargador (TC).

*MGU-K (Motor Generator Unit-Kinetic), un componente que recolecta energía que antes se desperdiciaba durante el frenado.

*MGU-H (Motor Generator Unit-Heat), componente que recolecta energía térmica expulsada por el sistema de escape.

*ES (Energy Store), un banco de baterías donde se almacena la energía recolectada por las Unidades Motores Generadores, incluyendo ICE, TC, MGU-K y MGU-H.

*Por último, CE (Control Electronics), un componente integrado por la ECU (Electronic Control Unit) y software que administra los procesos de toda la unidad de poder.

Esperamos que los cambios en la F1 tan sólo traigan más emoción a las competencias.