La segunda generación del Dodge Charger cuenta con cambios más profundos de lo que su estampa sugiere. A pesar de que mantiene el mismo chasis de la generación actual, se ha modificado profundamente el esquema de la suspensión, la insonorización, la dirección, el sistema de frenado y hasta los motores.
En cuanto a la carrocería, el Charger 2011 se acerca más al estilo clásico del Hot-Rod de los años sesenta y setenta, pese a que el cambio en el frontal no es tan notorio. La zona trasera se acerca más al Challenger y recibe 164 LED para iluminar todo su conjunto óptico. Inmensos rines cromados de 19 pulgadas le dan armonía a sus músculos representados en dos motores.
A partir de este trimestre se empezará a vender este Dodge en USA con dos plantas motrices diferentes: el Pentastar 3.6 litros de 280 HP como modelo de entrada, y un 5.7 litros de 325 HP para la versión R/T. Este último tendrá opción de tracción total. Un Charger SRT-8 vendría después.
El Dodge Charger será presentado en el Autoshow de Los Ángeles, desde donde conoceremos todas sus características, donde el más importante, sin duda será el interior (que promete nuevo diseño, y mayor calidad y equipamiento).
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
La nueva Mexican 500 se realizará en Mexicali, Ensenada y San Felipe a finales de septiembre.
La Fórmula 1 corre en Alemania rodeada de escepticismo hacia Pirelli, quien asegura dará buenos productos para que no pase lo de Silverstone.