Enrique González - @600streetka

Caterpillar ha fabricado el camión más grande del mundo, el 797, un gigante de 15 metros de largo, siete de alto, calzado con gigantescos neumáticos Michelin nunca vistos y que pesan más de cinco toneladas y media cada uno. Las ruedas traseras del camión, sobresalen un metro de las delanteras, por cada lado. Los neumáticos tienen cuatro metros de diámetro y un peso de 5 600 kilogramos cada uno. Las llantas son de 63 pulgadas de radio y metro y medio de ancho, llevan 56 tornillos (clanes) cada una.

Según Michelin cada neumático tiene un proceso de fabricación de más de 16 horas, y pueden aguantar hasta 120 toneladas de peso cada uno, todo un coloso. El inflado disponen de tres válvulas, se tarda unos 20 minutos en hinchar cada  neumático a su presión de trabajo. El tiempo estimado en cambiar una goma es de ocho horas y el conjunto de las seis ruedas que lleva el camión, dos días.

Con estas medidas nadie puede dudar que estamos ante un auténtico monstruo motorizado. El 797 de Caterpillar cuenta con dos motores V-12 con cuádruple turbo y una potencia excepcional de 3 524 CV, con la que puede llegar a alcanzar los 125 km/h. El cambio de velocidades es de servo-transmisión planetario, con siete marchas hacia delante y una hacia atrás.

Cuando arranca hace un ruido infernal, como si se tratara de una turbina de un avión a reacción, por lo que su cabina ha sido totalmente insonorizada y montada en forma elástica sobre el bastidor principal para aislar al chofer del ruido y las vibraciones. Dentro tiene todo lo necesario para el confort, con sujeta-vasos, aire acondicionado, cámaras para asegurar las maniobras y la marcha atrás, ordenador a bordo y unos curiosos espejos retrovisores de medidas desproporcionadas.