A pesar de los millones de dólares que gana, Morris mantiene su sedán japonés.
Cualquier podría pensar que, como muchos atletas profesionales, Alfred Morris (corredor de los Pieles Rojas de Washington-NFL), estaría ya con dos o tres súper autos en su garaje, sin embargo no es así. El “Bentley” de Morris (así lo bautizó de cariño) ha sido su auto desde que era estudiante en la Universidad de Florida. Hoy, con un contrato de 2.2 millones de dólares anuales, Morris le sigue siendo fiel a su “poderoso” vehículo, el 626 de Mazda.
Por supuesto que Mazda, al enterarse de la historia, se puso manos a la obra. El fabricante japonés se ofreció a restaurar al viejo compañero de Morris. Todo indica que la restauración (súper intensa por dentro y por fuera) estará terminada en unos días y el feliz dueño podrá seguir presumiendo que no tiene necesidad de algo más. Por si las dudas y para que no llegue tarde a los entrenamientos, Morris, por el momento tiene un Mazda6 de 2014 (plan leasing).
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
La nueva Mexican 500 se realizará en Mexicali, Ensenada y San Felipe a finales de septiembre.
La Fórmula 1 corre en Alemania rodeada de escepticismo hacia Pirelli, quien asegura dará buenos productos para que no pase lo de Silverstone.