El ver la nueva octava generación del sedán compacto Nissan Sentra nos da una fuerte sensación de familiaridad, de déjà vu. Para el 2016 la marca lanzó la también octava generación de su mayor sedán para Norteamérica, el apropiadamente nombrado Maxima. Su llamada línea Energetic Flow (Flujo Energético) se distingue principalmente por su prominente parrilla frontal en forma de “V” con base plana (llamada V-Motion), luces en forma de boomerang y el llamado “techo flotante” con una pronunciada línea horizontal que biseca el pilar lateral trasero.
La línea de dicho Maxima era definitivamente distintiva, pero la marca se enamoró tanto de ella que cuando vino la hora de renovar su próximo sedán (el Altima mediano para el 2019) lucía casi igual salvo que los guardafangos eran más planos y menos esculpidos que en su hermano mayor. Al debutar para el 2020 la tercera generación del sedán subcompacto Nissan Versa vimos esta línea reducida a la mínima expresión. Y, unos meses después debuta el nuevo compacto Sentra, y la historia se repite…
En el caso del Sentra, tenemos doble déjà vu, no solo por la familiaridad de su línea sino porque el Sentra que fue revelado como gran novedad en el Los Angeles Auto Show 2019 es simplemente la variante norteamericana de la cuarta generación del Nissan Sylphy que debutó en Shanghai 7 meses antes.
Hemos de reconocer que la filosofía de “un mismo salchichón en diferentes tamaños” que se ha utilizado para describir la similitud estética entre diferentes modelos de una marca no molesta a todos. Hay quien lo ve favorablemente como “semejanza familiar”. BMW (pre y pos-Chris Bangle) y Audi son ejemplos de marcas que han triunfado con esa mentalidad.
Entrando al nuevo Sentra nos hace olvidar nuestras observaciones de familiaridad y vemos una calidad de materiales notablemente mejores que sus antecesores. La versión intermedia SV ofrece la opción de un Premium Package con asientos de piel acolchada en un interior de 2 tonos negro y beige que es digno de un auto de lujo. El modelo SR, por su parte, tiene un interior negro con pespuntes y acentos en naranja que le dan una apariencia más deportiva.
Mecánicamente, las 3 versiones de lanzamiento del nuevo Sentra (S, SV y SR) comparten la misma mecánica. Comparte con el Nissan Rogue Sport el motor de 4 cilindros de aspiración natural, inyección directa y 2 litros de capacidad, produciendo 149 caballos de fuerza y 146 libras/pie de torque. La única transmisión disponible es una nueva generación de la tradicional para Nissan CVT Xtronic. La única diferencia notable entre las 3 variantes estriba en los frenos traseros (tambores para la versión S y discos para el SV y SR) y los rines y llantas.
Todas las variantes disfrutan del Nissan Safety Shield 360 (Escudo de Seguridad 360 Nissan) que incluye frenado automático de emergencia con detección de peatones, alerta del punto ciego y alerta del desvío de su senda, entre otros. Definitivamente es entre los más completos de su sector.
Impresiones de manejo
Partiendo en el nuevo Nissan Sentra, notamos que, pese a su motor mayor y más potente que su antecesor y su transmisión CVT supuestamente mejorada, el tren motriz se siente un poco débil al arrancar. Una vez en marcha, mejora la aceleración, si bien lamentamos que no haya forma de cambiar la transmisión manualmente.
El poco consumo de gasolina se considera una de las ventajas de las transmisiones CVT, y el nuevo Nissan Sentra no nos defraudó. Las cifras oficiales del EPA son 29 millas por galón en ciudad, 39 mpg en carretera y 32 mpg combinado. En nuestra prueba vimos un poco más de los 32 mpg.
Una importante mejoría es la nueva suspensión trasera independiente, en lugar del eje sólido de su antecesor. O sea, lo opuesto del paso retrógrado que tomó el Mazda3 en su última generación. Y la nueva suspensión trae beneficios tanto en el confort sobre baches como en la estabilidad en las curvas.
En general, el rodaje es bastante silencioso para un auto de este sector, sobretodo en el modelo SV Premium con sus ruedas 17 x 7″ y llantas 205/50R17. De regreso probamos la versión SR con sus ruedas 18 x 7.5″ y llantas 215/45R18 y esta resultó algo más ruidosa en carretera. La servodirección eléctrica de doble piñón resulta decente aunque no espectacular.
El sistema de sonido incluye habilidad Apple CarPlay y Android Auto en las versiones SV y SR, así como 2 conectores USB adelante y uno atrás. Pero, lamentablemente no hay función de carga inalámbrica Qi para su celular. Una lástima, dado que la consola central tiene un área ideal para ello hacia el frente y la derecha.
En resúmen, lo que antes era uno de los autos más mediocres de su sector ahora se vuelve uno de los más competitivos. Pero, al menos con el tren motriz actual, lo que más nos viene a la mente es potencial no realizado. De hecho, el Nissan Sentra tiene una larga trayectoria de ofrecer variantes deportivas para el conductor entusiasta, desde el primer icónico SE-R a los Spec V a los más recientes SR Turbo y NISMO. Aquí, por ahora, no hay nada de eso. Pero tengan en cuenta que, con la seguidilla de nuevas generaciones de los Nissan Altima, Versa y Sentra lanzadas en espacio de año y medio, hay que guardar algo para los próximos años, ¿No? Mientras tanto, soñaremos con un nuevo Nissan Sentra NISMO con el motor 2 litros VC Turbo del Nissan Altima y una transmisión manual de 6 velocidades…
Precio
La versión base S comienza en US$19,090 MSRP, pero tengan en cuenta que esta tiene frenos traseros de tambor, ruedas de acero y carece de Apple CarPlay, Android Auto y radio satelital SiriusXM, entre otros. El SV intermedio (probablemente la versión que resulte más popular) comienza en US$20,270 MSRP y el SR en US$21,430 MSRP.
También se ofrecen paquetes Premium para las versiones superiores, los cuales incluyen faros delanteros LED, techo solar y asiento eléctrico para el chofer, entre otros. El SV Premium Package (que incluye el suntuoso interior de 2 tonos) cuesta US$2460, mientras que el SR Premium Package cuesta US$2170.
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
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