Rodrigo Buendia

McLaren terminó de ensamblar el P1 número 375, concluyendo con la producción de su deportivo que competía directamente con el 918 Spyder de Porsche y el Ferrari LaFerrari, contra los que también resultó más exclusivo, pues del modelo germano se vendieron 918 unidades y del italiano 499.

Le tomó tres años a McLaren fabricar las 375 unidades, contra 21 meses del Porsche y un Ferrari que ya estaba vendido antes de siquiera mostrarse a sus compradores, aunque McLaren afirma que todos sus modelos también estaban vendidos antes de iniciar la producción.

Con esto se cierra el capítulo de la Serie Ultimate de McLaren, pues aunque quedan algunos P1 GTR por terminar, una vez completados estos a inicios de 2016, no habrá más variantes, ni descapotables, ni “cola larga” ni nada más, Wayne Bruce, vocero de la marca, confirmó que de momento no hay planes para un sucesor, lo que corrobora Mike Flewitt, CEO de la marca. Habrá que esperar hasta finales de la década para que se vuelva a hablar de un auto de este calibre, pues los directivos consideran que la tecnología debe avanzar para crear un modelo que represente un progreso tangible sobre el P1.

Del total, 127 unidades fueron vendidas en América, 98 en Europa, 49 en Medio Oriente y África y 101 en la región Asia-Pacífico. 105 artesanos invirtieron 800 horas-hombre para armar cada uno de los 375 modelos, cuyo ensamble tardaba 17 días en completarse. Tan sólo el proceso de pintura tomaba hasta cinco días, tal es el grado de personalización disponible, que en Woking afirman que no hay dos autos exactamente iguales. El último ejemplar está pintado de color naranja nacarado con detalles de fibra de carbono expuesta, mientras que el interior va tapizado en cuero negro y alcántara naranja.