Javier Fueyo

Dicen que cuando uno ha llegado a la cima, no queda más remedio que descender de la montaña. En el caso de Floyd Mayweather, este descenso será una experiencia de lo más cómoda y lujosa, sobre todo si consideramos que este deportista de alto rendimiento cuenta con una creciente colección, integrada por algunos de los vehículos más exclusivos disponibles en la actualidad. El próximo capricho de Mayweather nos recuerda a las extravagancias de los campeones de boxeo de antaño y nos deja con un peculiar sabor agridulce en la boca. Después de todo, hablar de este joven campeón nos hace recordar los lamentables episodios de su última pelea.

Mayweather no es un extraño en el mundo de los superautos, además de que no es tímido en el momento de exhibir los ejemplares más brillantes de su repertorio. Hace poco, el campeón puso a la venta un Ferrari Enzo y en fechas aún más recientes, anunció sus planes para adquirir dos Koenigsegg CRXX. No sólo uno, sino dos. Por si uno de ellos está mojado, o bien, por si el color de uno no es el más apropiado para el día en cuestión. O tal vez, uno de ellos será para su esposa. Por ahora nadie puede saberlo.

Uno de los Koenigsegg es el asombroso CCXR Trevita, un hiperauto con un precio total de U$D4.8 millones, con carrocería de fibra de carbono y un motor capaz de acelerar de 0-100 km/h en 2.9 segundos, así como alcanzar una velocidad máxima de 284 km/h. Tal parece que los gustos de Mayweathe se vuelven más costosos y refinados conforme pasan los años. Esperamos que la emoción que siente este atleta al conducir estos vehículos sea convertida en atronadora potencia sobre el ring. De ser así, que disfrute mucho sus nuevas adquisiciones.