En 2003 Ford tuvo una idea: sacar al mercado un crossover muy ligero pero largo utilizando la plataforma de un automóvil, y dio vida al Ford Freestyle, que aunque causó algo de impacto por lo novedoso, no muchas chequeras se movieron. Así, tres años después la compañía hizo un ligero retoque por aquí y otro por allá y le montó la etiqueta de Taurus X a ver si el producto despegaba.
No todos los finales son felices, y la idea rebautizada perdió aún más acogida gracias al lindo momento que vivimos. Ya se hartaron de botarle corriente y dinero a esta idea y han decidido que en marzo de 2009 saldrá la última unidad del Taurus X. Y no hablan de suspender nada más. Desde nuestro punto de vista, se trata de un movimiento lógico, dado que Ford cuenta en estos momentos con tres crossovers en el mercado: el Edge, el mencionado Taurus X y el Flex, el gran lanzamiento del año y que no está respondiendo a las expectativas comerciales.
En los primeros años del nuevo milenio también había un Mercury Sable que no pegó mucho. Ford dijo no más en el 2005 y en cambio salió a la calle el Montego. Pero en el Salón de Chicago de 2007 vieron la oportunidad de renombrar a este Montego y el Sable resurgió de las cenizas… para quedarse en ellas.
Ford quiso utilizar la misma fórmula exitosa en los 80 con el mismo auto, pero sencillamente no es ni la sombra de lo que fue el maravilloso Sable 86. Nació viejo, fácil de confundir con el Milan, no destaca frente al Five Hundred o el Taurus, aunque como lo arrojó nuestro test drive del Mercury Sable Premium, tenía un potencial escondido, potencial que pocos supieron apreciar. El último Sable saldrá en abril de 2009, pero con este nunca se sabe cuándo volverá.
Hace un par de días Ford presentó en Detroit la nueva generación del Taurus que saldrá en 2010 y para corroborarlo, te traemos spy shots del nuevo sedán insignia que está en una etapa adelantada de pruebas.