El objetivo con el nuevo miembro de la familia ECOnetic de Ford es el de lograr el vehículo con menor consumo de combustible a la venta en Europa en la actualidad.
Se recurrió a un Diesel de cuatro cilindros en línea turbocargado con 1,6 litros y 103 caballos, modificado para generar menos fricción interna, así como con una nueva inyección.
La planta de poder se une a una transmisión manual de seis velocidades, con algunos componentes pensados también en aumentar la autonomía y una relación final de eje revisada.
El auto está dotado con el dispositivo Start-Stop, que apaga el propulsor en situaciones en que sea prescindible, agregado a la usual función en el tablero de instrumentos que recomienda la marcha óptima para circular por medio de una luz indicadora.
Sus llantas son de baja resistencia a la rodadura y los cobertores plásticos de las ruedas ayudan a una aerodinámica perfeccionada junto a los bajos carenados y a la parrilla frontal con una trampilla que cierra el paso del aire cuando no hay necesidades de refrigeración.
El consumo que aspiran con tantas medidas es de al menos 28,5 kilómetros por litro, con unas emisiones contaminantes inferiores a los 95 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido.
Gracias a nuevos modelos, ventas y precios de transacción más altos y rebote positivo en Europa, Ford logró una vez más utilidades en el primer trimestre del año.
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