El nuevo Ranger no llegará solo con un nuevo aspecto exterior, si no que también mejora su eficiencia, comodidad y equipamiento con respecto a la generación actual. Exteriormente podemos ver en las siguientes imágenes como su estética es ahora más moderna, dinámica y a la vez también más robusta.
Unos faros más estilizados, un capó más musculoso y con nervaduras, y su nuevo frontal con una poderosa parrilla cromada trapezoidal, logran dar a este modelo un gran aspecto de robustez. En su interior se ha trabajado mucho para mejorar la comodidad de los ocupantes. La consola central está presidida por una pantalla táctil de ocho pulgadas, y el cuadro de instrumentos cuenta con una pantalla a color a cada lado del velocímetro analógico.
El sistema SYNC 2 permite controlar con la voz diferentes funciones del vehículo, como el climatizador, el equipo de sonido o el navegador. Y pensando en el ocio y/o trabajo, cuenta con enchufe de 240 voltios. Tampoco faltan en este Ranger elementos tan importantes como el aviso y asistente de cambio involuntario de carril, control de crucero adaptativo, alerta de colisión, sensores de proximidad para el aparcamiento delanteros y traseros, control de presión de neumáticos, ESP con programa de mitigación de vuelco y oscilación de remolque, alerta de somnolencia, etc.
Ford apuesta para mover este nuevo modelo por un motor diésel de cinco cilindros TDCi 3.2 de 200 CV y 470 Nm de par con una actualización del sistema de recirculación de gases de escape que mejora la eficiencia. Siempre y dependiendo del mercado donde se comercialice este modelo, también montará el tetracilíndrico 2.2 TDCi de 130 y 160 CV con mejoras respecto a la generación anterior. Todos los motores incorporan Start&Stop.
De momento no hay precio definido, ni fecha concreta de comercialización, aunque si se ha confirmado que a Europa llegará en 2016.
Un total de 3 llamados a revisión diferentes para evitar lesiones o fatalidades.
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