Rancez Damian

Ford ha tomado una decisión drástica al abandonar la producción de varios modelos de vehículos eléctricos, enfrentándose a un golpe económico de $19.500 millones. La empresa, que hasta ahora había apostado fuertemente por la electrificación, ha decidido cancelar algunos de sus proyectos eléctricos más importantes, como el F-150 Lightning en su versión totalmente eléctrica y el camión eléctrico de nueva generación conocido como T3. Esta retirada de los vehículos eléctricos llega en un momento en que las políticas de la administración Trump están remodelando el panorama de la industria automotriz, con una disminución significativa de la demanda de vehículos eléctricos en EE.UU.

En lugar de seguir invirtiendo en los modelos a batería, Ford se centrará en el desarrollo de vehículos híbridos y de autonomía extendida, como el EREV (Extended Range Electric Vehicle). Este modelo contará con un generador de gasolina para recargar la batería, lo que ofrece una alternativa más flexible a los vehículos totalmente eléctricos. Además, la empresa planea mantener la producción de camiones y furgonetas híbridas, dejando de lado los planes para nuevas furgonetas comerciales eléctricas. La compañía también ha asegurado que contratará a miles de trabajadores, aunque algunos puestos serán eliminados a corto plazo debido a los cambios en las plantas de baterías.

Impacto financiero y reestructuración interna

Ford ha detallado que la amortización de $19.500 millones se distribuirá principalmente en el cuarto trimestre del año y se extenderá hasta 2027. Aproximadamente $8.500 millones corresponden a la cancelación de modelos de vehículos eléctricos, mientras que otros $6.000 millones se refieren a la disolución de una empresa conjunta de baterías con SK On, y $5.000 millones están relacionados con diversos gastos del programa. A pesar de este impacto financiero, la compañía ha elevado su previsión de ganancias para 2025, esperando una cifra ajustada antes de impuestos e intereses de $7.000 millones.

El impacto de las políticas de Trump en la industria automotriz

Las políticas del presidente Donald Trump han tenido un impacto directo en las decisiones de Ford. La eliminación del crédito fiscal de $7.500 para vehículos eléctricos y la flexibilización de las normas de emisiones han debilitado la demanda de los modelos eléctricos. Según el informe, las ventas de vehículos eléctricos en EE.UU. cayeron un 40% en noviembre, lo que refleja la dificultad de los fabricantes de automóviles para mantener la rentabilidad de los vehículos eléctricos. Esta caída de ventas ha llevado a Ford a replantear su estrategia y asignar su dinero a áreas de mayores rendimientos, como los vehículos híbridos y de combustión interna.

El futuro de Ford: un enfoque en vehículos más asequibles

Ford, que alguna vez estuvo a la vanguardia de los vehículos eléctricos con el F-150 Lightning, ahora se reorienta hacia una línea de vehículos eléctricos más asequibles. La compañía ha anunciado que su próximo modelo eléctrico será un camión de tamaño medio diseñado por un equipo especial en California, cuyo precio rondará los $30.000 y se lanzará en 2027. Este cambio de rumbo refleja la evolución de la empresa ante las nuevas realidades del mercado, donde la rentabilidad y la demanda de modelos eléctricos asequibles serán clave para su éxito en los próximos años.