El GMC Yukon Denali busca posicionarse como un SUV de lujo, con gran espacio interior y potentes motores. No obstante, su precio es demasiado elevado frente a rivales que ofrecen mayor refinamiento, mejores acabados y tecnología más avanzada. Además, su consumo elevado y tamaño mastodóntico lo hacen poco práctico para el día a día.
Con más de 1.200 caballos y prestaciones espectaculares, el Lucid Air Sapphire es un eléctrico pensado para impresionar. Sin embargo, su precio de seis cifras lo coloca en un terreno donde Tesla, Porsche o Mercedes-Benz ofrecen opciones más equilibradas. Aunque es un escaparate tecnológico, su coste desorbitado lo convierte en un capricho inaccesible y poco racional.
El Infiniti QX80 arranca con un precio similar al de un Cadillac Escalade o un Lincoln Navigator, pero sin ofrecer la misma modernidad ni refinamiento. Su consumo es alto, el diseño acusa los años y la tecnología queda por detrás de sus rivales. En este caso, pagar cifras de auténtico lujo por un modelo con un planteamiento anticuado resulta difícil de justificar.
El Jeep Grand Cherokee siempre ha gozado de popularidad, pero la realidad es que su precio, cercano al de marcas de lujo, resulta exagerado. Con un coste que va desde unos 40.000 hasta más de 70.000 dólares, ofrece un habitáculo cómodo, pero con un consumo elevado y un rodar duro. Frente a alternativas premium, queda claro que se paga más por el nombre que por lo que realmente ofrece.
El Genesis G90 pretende competir con las grandes berlinas de lujo, pero lo hace a un precio que supera los 90.000 dólares. A pesar de su interior cuidado, su consumo de combustible es de los peores en su clase, incluso peor que el de un SUV mediano. Su motor V6 turbo responde bien, pero sacrifica demasiada practicidad para un coche que sigue teniendo el ADN de Hyundai.
Relacionadas
Precio del Mercedes SLS AMG Black Series 2014
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5...