Cerramos la lista con el Volvo V50 T5, una station wagon compacta con el mítico motor de cinco cilindros turbo de 220 CV y 320 Nm. Podía acelerar de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos, una cifra excelente para un coche familiar. Disponible en tracción delantera o total, ofrecía un carácter deportivo inesperado en un Volvo discreto. Sin embargo, su elevado consumo y emisiones limitaron sus ventas, lo que lo condenó al olvido pese a sus virtudes.
Entre los modelos más incomprendidos de Wolfsburgo destaca el Passat R36, disponible tanto en sedán como en versión familiar. Con un motor V6 de 3,6 litros y 300 CV, caja DSG y tracción total, alcanzaba los 100 km/h en apenas 5,6 segundos. A pesar de sus prestaciones, quedó en tierra de nadie: demasiado caro frente a un BMW 330i y sin el glamour de un Audi S4. Hoy es un coche codiciado por quienes saben apreciar los sleepers con alma deportiva.
En el año 2000 llegó el Volkswagen Bora 4Motion, un sedán que ocultaba bajo su imagen discreta un V6 de 2,8 litros y 204 CV. Gracias a la tracción integral, lograba aprovechar toda su potencia para acelerar de 0 a 100 km/h en 7,2 segundos y llegar hasta 235 km/h. Aunque cumplía con creces, su popularidad fue eclipsada por el Golf R32 y su sucesor, el Jetta, no heredó esa versión deportiva, relegándolo al olvido.
Volkswagen sorprendió en 2001 con el New Beetle RSi, una edición limitada a 250 unidades que montaba el motor V6 de 3,2 litros con 224 CV y tracción total. Su diseño radical, con alerón trasero, llantas OZ y carrocería ensanchada, lo convertían en un auténtico sleeper disfrazado de escarabajo moderno. Alcanzaba los 230 km/h y aceleraba de 0 a 100 en 6,4 segundos, siendo el precursor directo del Golf R32.
Mucho antes de que la moda de los hot hatch explotara en Europa, Toyota se adelantó con el Corolla 1.8 TS Compressor, una versión sobrealimentada que alcanzaba los 225 CV gracias a su compresor mecánico. Sus cifras eran prometedoras: 0 a 100 km/h en 6,9 segundos y velocidad punta de 230 km/h. Sin embargo, su comportamiento dinámico no estuvo a la altura, con una conducción menos emocionante de lo esperado. Apenas se produjeron 250 unidades, lo que lo convierte hoy en un verdadero unicornio.
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