El Pierce-Arrow Model 66 debutó en 1910 con un motor straight-six de 11.7 litros, pero en 1913, la marca decidió expandir la capacidad del motor a 13.5 litros para hacer frente a los rivales en el segmento de lujo, como el Peerless Model 60. Con este nuevo motor, el Pierce-Arrow Model 66 se destacó como uno de los vehículos más potentes de su tiempo, permitiendo a sus propietarios experimentar una conducción rápida y suave. Además de su potencia, el Pierce-Arrow Model 66 ofrecía un diseño lujoso, con interiores de alta calidad y un confort excepcional. El coche también fue un símbolo de prestigio, especialmente en los Estados Unidos, donde los ricos y famosos lo eligieron como su vehículo de lujo preferido.
El Peerless Model 60, lanzado en 1912, fue una de las grandes sorpresas en la historia del automóvil estadounidense. Con su motor straight-six de 13.5 litros, el Peerless Model 60 se convirtió en el coche de producción con el motor más grande de la época, un título que compartió con pocos. Su motor masivo, junto con una construcción de lujo, le permitió superar en potencia a muchos de los vehículos de lujo de la época. A pesar de ser un modelo altamente especializado, el Peerless Model 60 dejó una marca significativa en el sector del automóvil, especialmente por su motor gigantesco que lo ponía a la par de otros supercoches de su tiempo.
El Hispano-Suiza J12 fue la joya de la corona de la marca española, destacándose como un modelo de lujo en los años 30. El J12 estaba disponible con un motor V12 de 9.4 litros, lo suficientemente grande para proporcionar una potencia impresionante. Sin embargo, algunos modelos fueron equipados con una versión aún más grande de este motor, alcanzando 11.3 litros. Este coche fue diseñado para ofrecer lo mejor en lujo, rendimiento y comodidad, y sus 12 cilindros le dieron una ventaja considerable en términos de potencia y suavidad de conducción. Con una estética de alta gama y una ingeniería sobresaliente, el J12 fue uno de los modelos más emblemáticos de Hispano-Suiza durante la década de 1930.
Uno de los modelos más impresionantes de la historia, el Bugatti Royale es sinónimo de lujo y potencia. Entre 1927 y 1933, este coche estuvo equipado con un motor straight-eight de 12.7 litros, un monstruo que simbolizaba el poder absoluto en la carretera. El Royale fue un fracaso comercial, en parte por la crisis económica de la Gran Depresión. Sin embargo, su motor marcó un hito en la historia de la automoción. No solo impulsó el Royale, sino que se utilizó para mover más de 200 vagones ferroviarios para la SNCF (Ferrocarriles Nacionales Franceses) hasta la década de 1950. Aunque Bugatti construyó pocos de estos coches, su legado como uno de los autos más lujosos y potentes permanece intacto.
En los primeros años del siglo XX, el Simplex 50hp dejó una marca indeleble en el mundo del automovilismo. Con su motor de 4 cilindros y 9.8 litros, este modelo fue un adelantado a su tiempo. Aunque la mayoría de los vehículos de la época no superaban los 4 o 5 litros, el Simplex se distinguió por su motor colosal. Simplex era una marca conocida por su lujo y potencia, y este coche no fue la excepción. Su propulsor entregaba 50 caballos de fuerza, lo cual era un número considerable en la época. Los primeros coches de lujo con motores tan grandes a menudo usaban cadenas para transmitir la potencia a las ruedas traseras, y el Simplex 50hp no fue la excepción, una característica que le confería un carácter único.
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