Ford, icono histórico de la industria americana, mantiene una buena reputación en fiabilidad general y costes razonables. Sus gastos de reparación a diez años rondan los 5.400 dólares, una cifra lógica para una marca con una gama tan amplia. La Ford F-150, especialmente en versiones básicas como la Xl, sigue siendo un ejemplo de robustez y valor a largo plazo.
Lincoln representa el lujo fiable dentro del mercado estadounidense. Aunque se posiciona por encima en precio, sus costes de reparación siguen siendo moderados, con unos 5.040 dólares estimados a diez años. Modelos como el Lincoln Corsair destacan por confort, tecnología avanzada y una fiabilidad que respalda su imagen premium.
Hablar de fiabilidad es hablar de Toyota. La marca japonesa lleva décadas siendo un referente en durabilidad y bajo coste de mantenimiento. Sus gastos de reparación a diez años se sitúan también alrededor de los 4.900 dólares. El Toyota Camry, con un precio de salida competitivo y versión híbrida disponible, es uno de los mejores ejemplos de coche pensado para durar muchos años sin sobresaltos.
Buick combina diseño elegante, buena eficiencia y tecnología moderna con costes de mantenimiento muy contenidos. En diez años, el gasto estimado ronda los 4.900 dólares, una cifra muy competitiva. Modelos como el Buick Envista 2025, con un precio de entrada cercano a los 22.900 dólares, demuestran que la fiabilidad no está reñida con el precio ajustado.
Tesla es la única marca eléctrica de la lista y, sorprendentemente, la que registra los costes de reparación más bajos. Entre el primer y el quinto año apenas supera los 580 dólares, y a diez años se queda en torno a los 4.035 dólares. Su menor número de piezas mecánicas y su enfoque tecnológico explican estas cifras. El Tesla Model Y Long Range Rwd, desde unos 31.490 dólares, refuerza la idea de que la electrificación también puede ser rentable.
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