El Mazda CX-5 destaca por ser uno de los SUV más divertidos de conducir del segmento. su chasis firme y su comportamiento casi de berlina lo convierten en el candidato ideal para una transmisión manual, especialmente si mantiene la opción del motor turbo más potente en futuras actualizaciones.
El Dodge Durango SRT Hellcat es uno de los SUV más extremos del mercado, con un V8 sobrealimentado de 710 caballos. su carácter ruidoso, potente y visceral pide una transmisión manual, al igual que los muscle cars clásicos, reforzando la conexión directa entre coche y conductor.
Honda ha apostado fuerte por la imagen aventurera con la Passport TrailSport, incorporando suspensión específica, protecciones inferiores y el sistema i-VTM4. una transmisión manual encajaría perfectamente con su enfoque off-road y la situaría como una alternativa más atractiva frente a modelos como Ford Bronco o Jeep Wrangler.
Subaru es una referencia en tracción total y conducción en nieve, pero las versiones Wilderness están limitadas por el uso exclusivo de transmisiones CVT. una caja manual permitiría aprovechar mejor los motores bóxer y aumentaría la eficacia real en conducción todoterreno, además de mejorar la diversión al volante.
Nuestra reseña del Porsche Cayenne lo confirma como uno de los SUV grandes más agradables de conducir. una transmisión manual reforzaría su carácter deportivo, algo que no sería extraño, ya que Porsche ofreció este tipo de cambio hasta el año 2014. hoy todos los Cayenne utilizan una automática de ocho velocidades, eficaz pero menos emocional.
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