El BMW X3 2021 ha sido reportado por generar ruidos metálicos y fugas en su sistema de escape, lo que no solo afecta al rendimiento, sino también a las emisiones contaminantes. De forma parecida, el Dodge Durango 2020 presenta olores desagradables y mayor ruido del motor, lo que preocupa en mercados con normativas ambientales estrictas.
En pleno auge de la conectividad, el Audi Q5 2021 se ve afectado por un software inestable, con reinicios constantes y problemas de sincronización con dispositivos móviles. El Lexus RX 2020 tampoco se libra, ya que sus usuarios se quejan de pantallas lentas y sistemas táctiles poco precisos, arruinando la experiencia tecnológica.
La comodidad también se ve comprometida en el Mazda CX-9 2021, con reportes de averías tempranas en el compresor del aire acondicionado que reducen el flujo de aire frío. Algo similar ocurre en el Hyundai Santa Fe 2020, donde las fugas de refrigerante han dejado a muchos usuarios sin climatización adecuada en pleno verano.
El GMC Yukon 2021 presenta defectos en la bomba de combustible, lo que reduce el rendimiento del motor y puede derivar en daños mayores si no se repara a tiempo. El Volkswagen Tiguan 2020, por su lado, sufre fallos en los inyectores de gasolina, generando ralentí inestable y mayor consumo de combustible.
El Chevrolet Suburban 2021 ha sido señalado por problemas en la dirección, con una sensación de volante suelto que dificulta mantener el control, especialmente a altas velocidades. Por su parte, el Ford Edge 2020 ha recibido quejas de bloqueos intermitentes en la dirección, lo que representa un riesgo de seguridad nada menor.
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