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5 SUV vendidos con piezas de baja calidad que debes evitar en 2025

Album 1

Curador: Rancez DamianRancez Damian

: El Mitsubishi Outlander 2003-2006 tuvo críticas recurrentes por problemas en la suspensión y frenos que afectaban la seguridad y el confort de marcha. Además, sus interiores utilizaban materiales de baja calidad que evidenciaban desgaste mucho antes de lo esperado. Aunque los Outlander actuales han mejorado en casi todos los apartados, los primeros años de este SUV siguen siendo un punto débil en la historia de la marca japonesa.

: Aunque el Honda Pilot siempre ha sido valorado como SUV familiar por su espacio y versatilidad, varios de sus modelos dejaron mucho que desear en términos de fiabilidad. Las unidades de 2003 y 2005 presentaron transmisiones defectuosas con fallos graves, y en 2016 su nueva caja automática de nueve marchas ofreció cambios bruscos y aceleraciones irregulares. Honda mejoró estos fallos en generaciones posteriores, pero los modelos mencionados dejaron huella en los talleres.

: El Kia Sorento 2011-2013 fue víctima de un grave defecto en los cojinetes de biela, lo que provocaba fallos catastróficos de motor que en muchos casos obligaban a un reemplazo completo. Kia emitió un recall, pero el daño en su reputación ya estaba hecho. Además, los interiores de aquella época no destacaban precisamente por su durabilidad, con materiales que mostraban desgaste prematuro.

: El Hyundai Tucson 2016 vivió su momento más complicado por fallos en la transmisión de doble embrague. Numerosos conductores denunciaron vacilaciones y hasta paradas súbitas al arrancar, lo que obligó a la marca a lanzar una campaña de actualización del software de control. Aunque hoy sigue siendo un SUV popular, los compradores deben verificar si esas reparaciones se realizaron para evitar sorpresas desagradables.

: El Chevrolet Equinox, especialmente en sus versiones de 2010 a 2013, ha sido muy criticado por un fallo en su motor 2.4 litros, que consumía aceite en exceso debido a aros de pistón defectuosos. Esto derivaba en averías graves si no se atendía a tiempo. A ello se sumaban problemas con la cadena de distribución y el sistema eléctrico, lo que dejó a este SUV con una reputación poco deseada en el mercado de ocasión.