El Hommel Berlinette RS2 fue creado en 1999 con un claro objetivo: ofrecer un coche deportivo puro, sin complicaciones. Con un motor Peugeot de 2.0L y una estructura de fibra de vidrio ligera, este coche fue diseñado específicamente para los puristas de la conducción. Con solo 60 unidades fabricadas antes de que la fábrica cerrara en 2003, el Berlinette RS2 se ha ganado un lugar en la historia de los deportivos exclusivos. Su bajo peso y enfoque en la simplicidad lo convierten en una joya rara para quienes valoran una experiencia de conducción sin adornos ni distracciones tecnológicas.
El Marcos TSO GT fue uno de los últimos modelos creados por la marca británica Marcos antes de su cierre en 2007. Con menos de 50 unidades fabricadas, el TSO GT estaba impulsado por un potente motor Chevrolet V8 y construído con paneles de compuesto ligero. Este coche destacaba por su balance entre potencia y refinamiento, ofreciendo una experiencia de conducción dinámica y emocionante. A pesar de su corta vida y la falta de fondos que llevó al final de la producción, el TSO GT sigue siendo una pieza deseada por los coleccionistas debido a su rareza y desempeño.
El Qvale Mangusta fue una reinterpretación moderna del De Tomaso Mangusta, lanzada en 2000. Este modelo contaba con un motor V8 de 4.6L proveniente de Ford y un techo convertible “roto-top” que ofrecía una experiencia de conducción única. Aunque el diseño y la calidad de la construcción generaron opiniones divididas, el Mangusta logró cierto reconocimiento en el mercado, pero con solo 284 unidades producidas antes de que Qvale cerrara sus puertas. Después de su desaparición, MG Rover absorbió la plataforma, dejando al Mangusta como una rareza automovilística.
El Venturi Atlantique 300 es uno de esos coches deportivos que, a pesar de sus altas prestaciones y características, pasó desapercibido por muchos. Con menos de 700 unidades fabricadas, este deportivo francés estaba equipado con un motor V6 turboalimentado Peugeot-Renault y contaba con un diseño de motor central y una construcción de materiales compuestos. A pesar de ofrecer una excelente manejabilidad y confort de nivel GT, la marca no logró capturar una audiencia amplia y la producción cesó en el año 2000. Su baja visibilidad en el mercado hace de este modelo una joya para los conocedores.
El Yamaha OX99-11 fue un intento ambicioso de Yamaha para trasladar su experiencia en la Fórmula 1 al mundo de los coches deportivos. Desarrollado en 1992, el OX99-11 utilizaba un motor V12 de Fórmula 1 y un chasis monocasco de fibra de carbono. Solo se fabricaron tres prototipos de este coche, lo que lo convierte en una pieza extremadamente rara y valiosa. Su diseño de asientos en tándem bajo un techo tipo capó ofrecía una experiencia de conducción única, pero el proyecto fue detenido debido a la recesión económica de Japón. A pesar de su corta existencia, el OX99-11 sigue siendo un sueño para los entusiastas del automovilismo.
El Toyota 2000GT es un coche que no solo dejó su marca en la historia automovilística, sino que también tuvo su momento en el cine, apareciendo en la película de James Bond You Only Live Twice. Con solo 351 unidades producidas, este deportivo japonés se convirtió en un símbolo de la ambición de Japón en la industria automovilística en la década de 1960. Equipado con un motor de 2.0L DOHC de seis cilindros en línea, el 2000GT combinaba estilo, potencia y una ingeniería de avanzada para su época. Es un modelo altamente codiciado por coleccionistas debido a su exclusividad y legado.
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