La Plymouth Barracuda fue un coche revolucionario para su tiempo, presentando el primer diseño de muscle car con carrocería fastback. Aunque su versión más famosa, el Barracuda Cuda, se convirtió en una leyenda, la versión estándar del Barracuda no recibió un nombre que la hiciera destacar. El modelo de base del Barracuda estaba equipado con un motor V8, y su diseño aerodinámico lo hacía perfecto para el rendimiento. Sin embargo, su falta de un apodo icónico impidió que se estableciera como un muscle car reconocido al mismo nivel de su sucesor, el Cuda.
Aunque el Chevrolet Corvette ZR1 de la cuarta generación (C4) es hoy considerado un ícono de los muscle cars, en su época no recibió el reconocimiento que merecía debido a la falta de un nombre más distintivo. Con un motor V8 de 5.7 litros sobrealimentado, el ZR1 ofreció un rendimiento que superaba a muchos de sus competidores de la época, incluyendo a los muscle cars más famosos de su generación. A pesar de ser un éxito en las carreras y tener una gran capacidad de aceleración, el modelo no alcanzó la notoriedad de otros Corvettes o muscle cars debido a que la denominación “ZR1” no tuvo el mismo impacto que otros nombres icónicos de la industria.
El Ford Torino Cobra es otro muscle car que no gozó de la fama que merecía. Producido en los años 70, el Torino Cobra contaba con un potente motor V8 de 429 pulgadas cúbicas, lo que le daba una capacidad impresionante en la pista. A pesar de su rendimiento sobresaliente, no consiguió el impacto de marketing que otros modelos de Ford, como el Mustang, lo lograron. La falta de un nombre que lo identificara como un referente dentro del mundo del muscle car dificultó su legado, y hoy en día, muchos aficionados se olvidan de este coche a pesar de su impresionante diseño y poder.
Aunque no es completamente anónimo, el Buick GNX nunca recibió un nombre en la categoría de los muscle cars más reconocidos. Este modelo fue una versión mejorada y más potente del Buick Grand National. Con un motor V6 turboalimentado que producía 276 caballos de fuerza, el GNX fue un coche con gran desempeño y estilo. A pesar de ser una bestia en la carretera, no recibió el mismo reconocimiento que los muscle cars con nombres más llamativos. Hoy en día, el GNX es un coche de culto, con muchos entusiastas considerándolo uno de los mejores muscle cars jamás fabricados.
El AMC AMX/3 fue un prototipo de muscle car que no llegó a recibir un nombre comercial antes de ser archivado. En la década de 1970, el diseño de este coche impresionaba con su estética deportiva y su motor V8, que alcanzaba los 285 caballos de fuerza. Su diseño futurista y su rendimiento prometedor lo colocaron en la categoría de los muscle cars más ambiciosos de su tiempo. Sin embargo, debido a la falta de un nombre, el AMX/3 nunca alcanzó la popularidad de otros coches de la época, perdiendo la oportunidad de competir con los grandes como el Chevrolet Corvette o el Ford Mustang.
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