El Lexus LFA es el ejemplo perfecto de cómo Toyota puede sorprender al mundo con un coche que desafía todas las expectativas. Con un motor V10 de 500 caballos de fuerza y una carrocería de fibra de carbono, el LFA es considerado uno de los mejores superdeportivos jamás creados por Toyota. Solo se fabricaron 500 unidades, convirtiéndolo en un modelo exclusivo y codiciado. Desarrollado con la supervisión directa de Akio Toyoda, el LFA es una obra maestra que ha dejado una marca indeleble en el mundo de los coches de lujo y alto rendimiento.
El Toyota Corolla AE86 fue, en su momento, un coche modesto con tracción trasera y una estética sencilla. Sin embargo, su relación con el Rey del Drift, Keiichi Tsuchiya, y su aparición en la serie manga “Initial D” lo elevaron a la categoría de leyenda. Este modelo pasó de ser un simple coche de serie a convertirse en un referente del drifting japonés y un favorito de los aficionados al JDM. Hoy en día, el AE86 sigue siendo uno de los modelos más modificados y adorados por la comunidad de tuneros.
El Toyota Land Cruiser 70 es un verdadero icono de fiabilidad y durabilidad. Desde su lanzamiento en 1984, ha sido el vehículo preferido por operadores de safaris, agencias de ayuda y conductores en terrenos difíciles. Aunque el modelo recibió ligeras actualizaciones a lo largo de los años, Toyota ha decidido mantener el diseño clásico del 70. El Land Cruiser 70 sigue siendo una de las opciones más resistentes y fiables del mercado, con una impresionante trayectoria de ventas que supera las décadas.
El Toyota MR2 es uno de esos coches que ha pasado a la historia como un modelo clave para los entusiastas de los deportivos. Este deportivo de motor central fue asequible y extremadamente divertido de conducir. Su estilo “low-budget Ferrari” lo convirtió en un éxito entre los fanáticos del automovilismo que buscaban un coche accesible pero con altas prestaciones. El MR2 fue muy querido por su reliabilidad y sus costes de mantenimiento bajos, características poco comunes en los deportivos de la época.
Cuando Toyota lanzó el Lexus LS400 en 1989, revolucionó el mercado de los coches de lujo. El LS400 no solo era competitivo en precio, sino que ofrecía una fiabilidad y tecnología que muchos constructores europeos no podían igualar. Su motor V8 de 1UZ-FE se destacó por su suavidad y durabilidad, convirtiéndolo en un referente de fiabilidad. Este modelo no solo consolidó la marca Lexus, sino que también forzó a marcas como Mercedes-Benz y BMW a mejorar su calidad para competir.
En la década de 1960, Toyota necesitaba un modelo que pudiera conquistar el mercado estadounidense. El Toyota Corona fue la respuesta. Con un diseño más acorde a los gustos americanos y un motor más potente, el Corona fue un éxito rotundo, multiplicando por tres las ventas de la marca. Este sedán se convirtió en el coche elegido por miles de conductores japoneses para recorrer las autopistas en expansión de Japón y fue el primer Toyota en superar el millón de unidades vendidas en el mercado doméstico.
El Toyota Harrier, conocido fuera de Japón como el Lexus RX, marcó un antes y un después en el mundo de los SUVs. Lanzado a finales de los 90, fue el primer crossover basado en una plataforma de coche, concretamente la del Toyota Camry, lo que le otorgaba una experiencia de conducción más refinada y cómoda que otros SUVs de la época. Su éxito fue inmediato, especialmente en Norteamérica, y es considerado el coche que dio inicio a la moda de los SUVs de lujo. Hoy en día, sigue siendo un referente y continúa vendiéndose en su cuarta generación.
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