Con una velocidad máxima de 124 mph, el Type 57 SC Atlantic no impresiona por cifras modernas, pero fue en su día el coche de calle más rápido del mundo. Diseñado por Jean Bugatti, este modelo fabricado entre 1936 y 1938 es una obra de arte sobre ruedas, con solo cuatro unidades producidas. Su carrocería de Elektron, remachada como un avión, y su motor de ocho cilindros en línea lo convierten en una leyenda absoluta cuyo valor hoy supera los 40 millones de dólares.
El EB 110 SS marcó el renacer moderno de Bugatti en los años noventa. Con su V12 de 3,5 litros, cuatro turbos y 610 CV, fue el coche de producción más rápido de su época. Introdujo soluciones hoy comunes en los hiperdeportivos, como el monocasco de fibra de carbono y la tracción total, estableciendo el ADN técnico que Bugatti seguiría perfeccionando décadas después.
Con 1.500 CV y un diseño inspirado en el mítico Atlantic, La Voiture Noire es una declaración de lujo extremo y velocidad. Su motor W16 de 8 litros permite alcanzar 248 mph, mientras que su carrocería de fibra de carbono pulida a mano lo convierte en uno de los Bugatti más exclusivos y caros jamás fabricados. Es ingeniería convertida en escultura.
El W16 Mistral representa el canto del cisne del legendario motor de 16 cilindros. Capaz de alcanzar 261 mph, este roadster de 1.578 CV es el Bugatti descapotable más rápido de la historia. Además de despedir al W16, el Mistral combina cifras extremas con un nivel de confort y refinamiento impensable a velocidades superiores a los 400 km/h.
El Veyron Super Sport fue el primer coche de producción en romper la barrera de los 1.200 CV y alcanzar oficialmente las 268 mph. Su aceleración, aerodinámica activa y gestión térmica marcaron un antes y un después en la industria. Aún hoy, sigue siendo una referencia técnica y uno de los superdeportivos más influyentes de la historia moderna.
El Chiron llevó el concepto del Veyron a otro nivel. Con 1.500 CV, frenos de especificación casi Fórmula 1 y una estabilidad inédita a altísimas velocidades, este hiperdeportivo puede rozar las 285 mph sin limitador. Es la perfecta combinación entre lujo artesanal, brutalidad mecánica y precisión técnica.
El Chiron Super Sport 300+ hizo historia al convertirse en el primer coche de producción en superar las 300 mph. Gracias a 1.600 CV, aerodinámica longtail y una gestión térmica revolucionaria, Bugatti demostró que lo imposible solo era una cuestión de tiempo. Fue un momento comparable a los grandes hitos de la Fórmula 1 moderna.
El Bugatti Bolide es, por ahora, el Bugatti más rápido jamás construido. Diseñado exclusivamente para circuito, este monstruo de 1.600 CV y apenas 1.450 kg puede alcanzar teóricamente las 311 mph. Fabricado con materiales propios de la F1 y Le Mans, genera casi 3.000 kg de carga aerodinámica y representa el límite absoluto de la ingeniería actual.
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