El Prodrive P25 se aleja del típico cambio manual y automático, y opta por una transmisión secuencial, tal como la que usan los coches de rally. Aunque no es común en los autos de calle, este tipo de caja de cambios permite un cambio rápido y preciso, proporcionando una sensación de carreras. Aunque puede ser un ajuste para aquellos acostumbrados a las transmisiones automáticas convencionales, esta característica es clave para conseguir esa sensación de coche de rally en cada vuelta.
El interior del Prodrive P25 se mantiene bastante sencillo, con lo esencial para una experiencia de conducción auténtica. No se trata de lujo, sino de funcionalidad y pureza. Los asientos bucket de serie, el volante y el conjunto de botones están diseñados para maximizar el rendimiento. Los asientos de carreras opcionales y los arneses Schroth elevan aún más la experiencia para los puristas que buscan una sensación más racing.
Bajo el capó, el Prodrive P25 cuenta con un motor turboalimentado de 2.5 litros tipo boxer, que evoca la nostalgia de los días de gloria del WRC. El rugido del motor es una de las características más destacadas, recordando a los autos de rally que compitieron en la década de 1990. Además, el chasis y la suspensión han sido afinados para ofrecer una experiencia de conducción que imita a los coches de rally, logrando una conducción precisa y emocionante.
El Prodrive P25 no es solo un coche, sino una máquina de ensueño para los fanáticos del WRC (World Rally Championship). Con un precio de $932,000, este modelo es una reinterpretación moderna de los icónicos coches de rally de los años 90, particularmente el Subaru Impreza 22B. Es una mezcla de tecnología avanzada, diseño clásico y un rendimiento que hace que cualquier entusiasta del motor se sienta como si estuviera viajando en el tiempo.
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