Javier Fueyo

DISEÑO DE LA HONDA CROSSTOUR

Lo primero a revisar en este vehículo es su absolutamente controversial diseño, que en la redacción causó cualquier cantidad de comentarios y de todo tipo, lo que nos llevó a hacer una pequeña e informal encuesta entre gente que no fuera tan purista y entusiasta de los coches. El resultado se mantuvo en el ámbito de la polémica, ya que la mitad de la gente la consideró poco atractiva y a la otra mitad le encantó. Hubo quienes comentaron que les recordaba a la Murano, lo que puede indicar que estéticamente tal vez no esté tan errada. Es como los diseños de Chris Bangle, fueron igualmente polémicos y terminaron por enamorar a muchos, sólo el tiempo dirá si la gente termina aceptando completamente a la Crosstour.

Después del diseño vienen las características y especificaciones, que nos dan una pista para poder ubicar a esta camioneta/crossover. Honda dice que es un Accord llevado al nivel de una SUV, sin embargo, la altura libre al piso de 15 cm es menor que la de la Murano, que tiene 19 cm pero sí le gana a su hermano gemelo el Accord, que tiene poco más de 14. Si revisamos con calma las medidas, vamos a encontrar que es 64 milímetros más larga, 52 más ancha y 194 más alta que éste. Por consiguiente, lo que tenemos enfrente es en realidad una guayín que, con la ventaja que le dan las medidas arriba citadas y la mayor altura, se conforma un producto muy cómodo y amplio que no llega a ser una SUV y se tiene que conformar con ser una vagoneta.

INTERIOR DE LA HONDA CROSSTOUR

Como lo indica su nombre, la Crosstour puede llevar a pasear a toda la familia con una insospechada comodidad que permite que personas de más de 1.85 m de alto, viajen en el asiento trasero a sus anchas. Gracias a la inusual altura que tiene, subirse y bajarse del Crosstour es muy cómodo; más que en un sedán convencional. Adelante el asunto mejora aún más, con unos asientos que tienen un buen soporte y se amoldan al cuerpo con facilidad, sujetándolo correctamente en caminos revirados.

La cajuela tiene una buena capacidad para cargar, aunque una CR-V tiene aún más espacio, ya que la caprichosa forma trasera la limita. La forma muchas veces altera la funcionalidad. Sin embargo, el espacio se puede incrementar rápidamente abatiendo los respaldos traseros. El lujo se encuentra presente con la vestiduras de piel, aire acondicionado automático de dos zonas, control de audio en el volante, quemacocos y cristales delanteros de un sólo toque. El sistema de sonido tiene seis bocinas y subwoofer, con entradas auxiliar y USB.

En cuanto a seguridad se refiere no hay quejas, ya que tiene cabeceras activas, sensores de presión de llantas, bolsas de aire frontales, laterales y de cortina, controles de tracción y estabilidad, cierre automático de seguros, ABS y asistente de frenado de emergencia.

MANEJO DE LA HONDA CROSSTOUR

El manejo del Crosstour sorprende en muchos aspectos. Para empezar destaca la casi excelente visibilidad hacia el frente, que se contrapone totalmente con la pésima posterior, ya que el portón tiene una barra justo a la mitad. No pudimos evitar recordar a la Pontiac Aztek, que tenía el mismo arreglo poco práctico y efectivo. Echarse en reversa es una aventura casi ciega que implica conocer a la perfección sus dimensiones exteriores; es imperdonable que una camioneta que rebasa los 450 mil pesos no tenga cámara trasera o sensor de reversa como equipo de serie.

Por el contrario, brilla por la incomparable suavidad de la suspensión y la excelente insonorización del habitáculo. Es el Honda más cómodo de la historia; es como viajar en la sala de la casa. En ciudad se puede pasar por una calle en mal estado o empedrado sin ruidos ni vibraciones, a pesar de las ruedas de 18”. Sin embargo, esa suavidad y lo delgado de las llantas pasan factura en una carretera de curvas, donde el elevado peso (1,800 kg) facilita la aparición de un claro subviraje; siempre controlable pero que obliga a ser prudentes. No es recomendable practicar ningún tipo de conducción “alegre” con la Crosstour, no es su ambiente; no es como una CR-V que junto a la primera, se comporta como un Civic Si. Lo suyo son las amplias, planas e interminables autopistas, donde sacará a relucir la comodidad antes mencionada. Lógicamente, la dirección no es del todo rápida, aunque sí es precisa.

Otro aspecto criticable –además común entre otros Honda- son los frenos, que tienen una pésima resistencia a la fatiga y con un pedal de tacto esponjoso; o manejamos siempre por debajo de los límites legales o triplicamos la distancia frente al coche de adelante.

El motor es el ya conocido 3.5 litros con 271 HP y está acoplado a una caja de sólo cinco velocidades que, aunque trabaja bien, no dejamos de pensar en una de seis –o más-, pero parece que esas cajas sólo podrán ser usadas por Acura. En cambio el famoso sistema i-VTEC tiene acoplado el de Gestión Variable de Cilindros (VCM), el cual permite desconectar dos o tres cilindros si somos gentiles con el acelerador y las condiciones del camino lo permiten. Gracias a este sistema, logramos una media en ciudad de casi 7 km/l y hasta 16 en carretera; destacable para un vehículo de su tamaño y peso.

FICHA TÉCNICA DE LA HONDA CROSSTOUR