La historia del Honda Passport es interesante. Surgió a mediados de los 90 como una colaboración con Isuzu, esencialmente una Rodeo con emblemas Honda. En 2018 regresó como una versión de dos filas de asientos de la Pilot, cubriendo el espacio entre el CR-V y ese SUV de tres filas. Pero para 2026, Honda ha tomado una ruta diferente: hacer del Passport su SUV más robusto y capaz fuera del pavimento, dándole en el proceso una identidad propia a pesar de que sigue estrechamente relacionado a la Pilot.
Aunque sigue estando relacionado con el Pilot, este nuevo Passport estrena una suspensión modificada y una postura mucho más agresiva. La unidad probada fue una versión RTL, en color Sonic Grey y equipada con el paquete Blackout, que incluye rines HPD de 18 pulgadas y molduras exteriores en negro brillante. A pesar de ser la versión de entrada, viene muy bien equipada: pantalla táctil de 12.3 pulgadas con Google Built-in, compatibilidad inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto, clúster digital de 10.2 pulgadas, asientos de cuero y un sistema de sonido de 9 bocinas. Su precio en Puerto Rico ronda los $64,997, incluyendo arbitrios.
Es, sin duda, la Passport más atractiva hasta la fecha. Su nuevo diseño obtiene una silueta más cuadrada y una presencia más imponente, distanciándose de su algo genérico predecesor. Sin duda, Honda buscaba atraer compradores jóvenes a la hora de diseñar la nueva Passport. A pesar de tener solo dos filas de asientos, sigue siendo una SUV grande. Es unas 6 pulgadas más corta que la Pilot por la falta de tercera fila, pero es ligeramente más ancho y alto, con una mayor distancia al suelo para mejorar su capacidad todoterreno.
Muchos de los detalles visuales más llamativos, como los ganchos de remolque anaranjados, luces diurnas ámbar y neumáticos todoterreno, son exclusivos del modelo Trailsport. Lo mismo ocurre con colores más atrevidos como Sunset Orange o Ash Green Metallic. Sin embargo, el paquete Blackout ayuda a que esta versión RTL también luzca robusta aunque no sea tan capaz como la Trailsport.
El interior sigue la filosofía clásica de Honda: funcionalidad ante todo. No rompe esquemas en diseño, pero está bien construido, con materiales de calidad y excelente ensamblaje. La pantalla táctil es sencilla y se limita a las funciones de infoentretenimiento. Los controles del control de clima son físicos, fáciles de usar y evitan distracciones. Google Built-in permite usar navegación y comandos por voz sin depender del celular.
Con una distancia entre ejes de 113.2 pulgadas ofrece excelente espacio para piernas en ambas filas. El techo alto y cuadrado también permite buena altura y volumen de carga: 41.2 pies cúbicos detrás de la segunda fila y hasta 77.7 con los asientos recostados. A menos que necesites tres filas, este SUV cumple sobradamente. Un detalle mejorable es el selector de marchas tipo botón, menos intuitivo que una palanca convencional. También se extrañan los detalles naranjas del Trailsport, que dan más vida a la cabina.
En cuanto a motorización hay buenas y malas noticias para los puristas. La buena: Honda no sucumbió a la moda de los motores turbo de cuatro cilindros. El Passport mantiene su confiable V6 de 3.5 litros de la veterana serie J, ahora sin VTEC, reemplazado por un sistema con doble árbol de levas (DOHC). La potencia es de 285 caballos y 262 lb-pie de torque, 5 hp más que el modelo anterior. La transmisión automática ZF de 9 velocidades fue reemplazada por una nueva transmisión de 10 velocidades desarrollada por Honda.
A pesar de perder el VTEC, el V-6 mantiene su carácter. No tiene el empuje inmediato de los motores turbo, pero acelera con fuerza y suavidad, con un sonido un refinado y deportivo. El aislamiento acústico es excelente, digno de vehículos de lujo. El compromiso es claro: menos emoción, pero más torque utilizable y un consumo ligeramente mejor.
La EPA estima 19 mpg en ciudad, 25 en carretera y 22 combinado. Durante la prueba, el promedio fue de 18 mpg en uso mixto. Honda ya confirmó que trabaja en una versión híbrida para sus SUVs grandes, lo que sin duda será una gran adición.
A pesar de no ser un fanático de los SUVs, pasé muy buen rato manejando esta nueva Passport. El motor tiene fuerza además de carácter y la transmisión responde con rapidez cuando se le exige sin perder la suavidad. También cuenta con paletas de cambio, aunque es muy hábil trabajando por su cuenta.
La dirección es precisa y con buen peso, de lo mejor que he probado en este segmento recientemente. La suspensión está más orientada al uso fuera del pavimento, pero sin llegar al rebote típico de los SUVs con chasis de tipo escalera o body-on-frame. Es una SUV que se siente más truck que crossover, sin sacrificar comodidad. Esta RTL monta neumáticos de calle en lugar de los todoterreno de la Trailsport, lo que mejora la suavidad de marcha y reduce el ruido en cabina.
Honda logró su objetivo: el Passport 2026 ya no es un Pilot con menos asientos. Tiene identidad propia, carácter visual y mecánico, y capacidades reales fuera del pavimento. Esta versión RTL es ideal para quienes valoran el diseño y la versatilidad, pero no necesariamente planean salir del asfalto. Para quienes buscan el máximo estilo aventurero y colores exclusivos, el Trailsport es la mejor opción y vale el dinero extra.
El motor V6 es un soplo de aire fresco frente a tantos turbos pequeños, recordándonos lo que hemos sacrificado por unas pocas millas por galón extra. En resumen, el nuevo Honda Passport es un SUV muy completo, ideal tanto para el día a día como para escapadas de fin de semana.
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