Jamais Contente – el primer auto en superar los 100 km/h

La primera vez que un auto superó los 100 km/h fue en el siglo XIX y se ...
08/05/2014

Javier Fueyo

Alguna vez os habéis preguntado qué auto fue el primero que consiguió pasar el límite de velocidad de 100 km/h (62 mph), seguramente nunca verdad. Pues para aquellos curiosos que sí se lo han preguntado alguna vez, aquí les traemos la historia de este peculiar auto, que pilotado por el belga Camille Jenatzy, consiguió el 29 de abril de 1899 alcanzar la velocidad de 105,896 km/h.

 

 

Muy pocas veces hemos oído hablar de este piloto belga llamado Camille Jenatzy, apodado “Le Diable Rouge” (el Diablo Rojo) por el tono colorado de su barba que además también era un famoso ingeniero de gran talento. Este hombre fue el encargado de diseñar los planos de varios prototipos de autos eléctricos que después eran construidos por  la “Compagnie Internationale des Transports de Paris”.

 

Crédito: conceptcarz.com

Jenatzy consiguió batir tres veces el record mundial de velocidad sobre tierra, el 17 de enero de 1899 en Achères, Yvelines, cerca de París, Francia, alcanzó la velocidad de 66,66 km/h en kilómetro lanzado, pilotando un coche CGA. 

 

Crédito: conceptcarz.com

Su segundo récord fue el 27 de enero cuando Jenatzy alcanzó los 80,35 km/h. Este record fue batido por Chasseloup-Laubat. Pero el día 29 de abril de 1899 Jenatzy consiguió ser el primer hombre en romper la barrera de los 100 km/h conduciendo un vehículo eléctrico denominado “Jamais Contente” y con el que logró alcanzar los 105,896 km/h.

 

El Jamais Contente fue construido en una aleación ligera de aluminio, tungsteno y magnesio. Su longitud era de 3.60 metros, su anchura de 1,56 metros y contaba con una espectacular forma de torpedo que tenía un peso total de 1,5 toneladas.

 

Este auto,  contaba con dos motores eléctricos “Postel-Vinay“ con una potencia de 67 CV, que se encontraban situados en la parte posterior, entre las ruedas, y actuaban directamente sobre las ruedas traseras motrices, y podía acoplarse en serie o en paralelo. La alimentación del motor era mediante baterías de acumulador “Fulmen”.

 

La dirección era por barra franca que se accionaba a través de una palanca, sus suspensiones delanteras eran por resortes semielípticos, las traseras por resortes dobles y semielípticos. Los frenos traseros eran de tambor y se accionaban mediante una palanca. A día de hoy este vehículo se expone en el museo del automóvil de Compiègne, Francia.

Relacionadas

Todos amamos ver el momento en el que un récord es impuesto, especialmente cuando involucra altas velocidades y vehículos de alto desempeño. En fechas recientes, Nic Case se propuso romper su propia marca mundial en la categoría de auto a control remoto más rápido, resultando victorioso tras impulsar su Bullet a escala a una velocidad […]

Hace 11 años

Un hecho poco conocido acerca de los ingleses es que son grandes aficionados a la velocidad.

Hace 11 años

Porsche 918 Spyder impone récord en Nürburgring

Hace 12 años