Javier Fueyo

En su país natal el Rio se llama Pride, pero los cambios hechos por Kia se deberían mantener para todo el orbe. En primer lugar se nota la parrilla y la disposición de las luces antinieblas delanteras muy al estilo del Forte (que es lo que se impone en Kia). Los espejos también cambian y en donde ahora adoptan las luces de cruce. En cuanto a los faros delanteros, su forma se mantiene pero cambia el fondo, ahora negro.

En las fotos que tenemos en nuestras manos, podemos darnos cuenta que el nuevo Kia Rio cambia sus dos parachoques, aunque no sabemos si las luces de frenos serán modificadas. No lo creemos. Los rines, de nuevo diseño, podrán ser de 14 a 16 pulgadas, y se nota la clara intención por parte de Kia para darle un tinte más deportivo a su subcompacto.

En el interior también hay pequeños cambios. Se destacan unos cuantos materiales nuevos, que mejoran la calidad percibida. También entra la posibilidad de montar un sistema de audio actualizado, con Bluethooth, MP3, USB y auxiliar. El volante también cambia (por el del Forte), y ahora es capaz de manejar algunas funciones del radio.  No es nada del otro mundo, pero ciertamente se agradece.

En cuanto a la mecánica, no habrá cambio alguno. Hay tres motores disponibles, 2 a gasolina y uno diésel. Las primeras dos opciones están a cargo de un 1,4 litros y 97 HP o un 1,6 de 112 equinos y CVVT (el único disponible en USA). El diésel es 1,498 cm3 y también tiene 112 HP. Las transmisiones serán manuales de 5 velocidades o automática de 4. Por ahora, deberemos esperar para saber si Kia le implantará todos estos cambios al Rio (y no Pride) que se vende en Estados Unidos.