Esta apuesta comienza por el Soul, un modelo que no se puede encasillar en un segmento y que precisamente por eso se puede considerar el rival de autos orientados al espacio pero de menores dimensiones o hasta monovolúmenes o camionetas de mayor porte. Soul vs. resto del Mundo parece ser la consigna.

Este nuevo Kia es un auto de poco más de 4 metros (157 pulgadas). Sin embargo, pese a su tamaño, ofrece una habitabilidad sorprendente en consonancia con otros representantes de la denominada tendencia box del mercado, como el Nissan Cube o el Scion Xb. Novedoso, provocador, moderno son algunos de los adjetivos que le caben a esta “caja sobre ruedas” que muestra mucha lámina, una superficie vidriada relativamente reducida y una sensación de solidez basada en sus ángulos, sus voladizos cortos que complementan una distancia entre ejes de 109 pulgadas y la reducida luz de cada sector donde se fusionan las partes metálicas de la carrocería y las plásticas de los bómperes. Sin duda, su aspecto no es conservador y apunta a los jóvenes, o como dice la propia marca, a los young-at-heart (jóvenes de corazón). Miami fue, entonces, la escenografía perfecta para conocerlo.

Paseo, sol y palmeras
Tuvimos el primer contacto con el Soul en el parqueadero del hotel Mandarin Oriental. Allí había estacionadas más de 30 unidades de todos los colores y configuraciones posibles, para todos los periodistas de Latinoamérica y la Florida invitados al evento. Una simpática paleta cromática, múltiples opciones de rines y especialmente de motores y transmisiones, ya que el Soul ofrecerá en la mayoría de mercados los propulsores de gasolina de 1,6 y 2 litros, con opciones de caja automática de 4 velocidades, una menos de la que dispone la versión manual.

Manejamos un 1,6 litros de los más básicos, pero con caja manual para comprobar las virtudes de su propulsor. Pero antes de ponernos a rodar en dirección a las maravillas art decó de South Beach, la primera impresión al subir al Soul fue muy satisfactoria. Hay gracia en la propuesta del tablero, el millaré y las contrapuertas, y espacio de sobra a lo ancho y alto, en una posición de manejo sin puntos oscuros y con buena visibilidad para todos lados. Empezamos a entender el porqué de su nombre, pues el ambiente tiene alma.

El espacio de carga es menos holgado, pero ofrece bajo el piso huecos de todos los tamaños y, por otra parte, abatir el respaldo es una tarea
sencillísima.

En un recorrido con numerosos cambios de límites de velocidad y señales de stop en cada esquina, pudimos conocer a fondo la caja de cambios. Por suerte, resultó preciso y tan suave como el clutch para su permanente utilización en esas condiciones.

El motor 1,6 litros es de moderna concepción con desarrollos como la apertura variable de válvulas en la culata y buenos números de potencia y torque específico: 127 caballos y 115 lb-pie. Con eso alcanza y sobra para mover alegremente las 2.770 libras de peso en orden de marcha.

Aunque es difícil impresionar a alguien con un auto de este tipo en Miami, donde una concentración de Ferrari, Lamborghini, Porsche y otros autos premium sorprenden a cada esquina, el Soul hizo girar cabezas a los clientes habituales de los bares frente al mar. Sin duda, tiene carisma.

Un poco al estilo de otros autos carismáticos como el Mini o el Fiat 500, algo que sorprende en el Soul es la atención al detalle, presente en parlantes de puerta que pueden iluminarse con el mismo color en el que se puede pedir el tapizado o hasta los plásticos completos del millaré. El Soul cuenta con un vasto catálogo de accesorios que llegarán paulatinamente al terreno local.

Por ahora no sólo está disponible con el eficaz motor de 1,6 litros, pues también está en oferta un moderno 2 litros de 156 HP, que seguramente lo moverá muy bien.

El equipo es variado, por ejemplo los rines pueden ser de tapas de 15 pulgadas o de aleación ligera y 18 pulgadas. Todos los comandos eléctricos, techo panorámico, tapizados de diferentes tonos y texturas, estéreos de varias calidades, aire acondicionado manual o electrónico, etc.