Son muchos los preparadores que ven en la gama Mini un auto ideal para plasmar su firma, pero en esta ocasión el que le ha echado muchas horas y mucho ingenio ha sido el preparador Krumm Performance, el cual ha conseguido que un Mini John Cooper Works llegue a los 300 CV.
El paso de los 246 CV que da el modelo original hasta los 300 CV se consigue gracias a la modificación del turbocompresor y sustituyendo el intercooler por uno de carreras. Este paquete cuesta 4.999 euros (5.695 dólares)y se puede mejorar con una nueva caja de cambios firmada por Drexler por 2.150 euros (2.450 dólares) y un embrague de competición de Sachs por 1.620 euros (1.845 dólares).
Como es de esperar y debdo al aumento de potencia, el Mini JCW preparado por Krumm necesita un sistema de frenos más potente y por ello se le ha colocado unos frenos de AP-Racing que cuestan 3.300 euros (3.760 dólares) y un kit de suspensión deportiva que se puede comprar e instalar por 2.550 euros (2.905 dólares). El Mini JCW de 300 CV estrena un difusor trasero hecho a medida que tiene un precio de 600 euros (684 dólares).
En su interior también se han incluido algunos nuevos elementos como unos asientos Recaro, un volante deportivo y la barra antivuelco para mayor seguridad de sus ocupantes.
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
La nueva Mexican 500 se realizará en Mexicali, Ensenada y San Felipe a finales de septiembre.
La Fórmula 1 corre en Alemania rodeada de escepticismo hacia Pirelli, quien asegura dará buenos productos para que no pase lo de Silverstone.