Javier Fueyo

Hace casi 4 años KTM presentó un prototipo de motocicleta eléctrica del segmento en el que ellos son un referente, es decir motos para tierra, con el paso del tiempo parecía que sería un proyecto que se quedaría en el olvido, pero la gama Freeride tendrá unidades para enduro, motocross y motard.

A diferencia del scooter de BMW y la LiveWire de Harley-Davidson, las obras de KTM tienen más sentido, ya que el par motor que ofrece una mecánica eléctrica se puede aprovechar mucho mejor para salir de lodo o en subidas pronunciadas, aunque el enemigo sigue siendo la autonomía ya que para estas unidades oscilará en una hora de carga.

KTM denomina a su batería como Power Pack el cual puede ser retirado fácilmente por lo que la opción sería tener unos dos para incrementar el tiempo, aunque por lo regular no son baratos.

La parte mecánica de la gama cuenta con una potencia de 22 hp y 31 lb/pie, números que la sitúan por arriba de una moto con motor de combustión de 370 cc, como por ejemplo la Duke 390. En cuanto al peso va desde las 242 lb a 233 lb dependiendo de la versión. Gran parte de ese volumen lo ocupan las baterías de iones de litio, aún así el peso es adecuado para este segmento.

Cabe señalar que las baterías son compactas lo que privilegia la postura natural de manejo de estas motos. El precio para el mercado europeo será como máximo de 11.398 euros y todavía no sabemos cuándo llegue a Norteamérica.

Realmente es una buena noticia ver este tipo de desarrollos en motos especializadas, sin dudas la tecnología seguirá avanzando y poco a poco el “fantasma de la autonomía” desaparecerá.