La Casa Blanca busca una nueva limusina presidencial, por lo que ya se ha abierto el plazo para que los fabricantes que lo deseen, comiencen a ofrecer sus proyectos. Este concurso no esta exento de polémica, ya que son muchos los que creen que dicha limusina tendría que ser fabricada obligatoriamente por un fabricante local.
De momento Lincoln y Cadillac son las favoritas tras haberse repartido este cometido a lo largo de los años. Recordemos que la actual limusina presidencial está basada en el Cadillac DTS y está considerada como una obra culmen de la tecnología automovilística gracias a las muchas mejoras introducidas en lo referente a sistemas de protección y defensa.
Este actual modelo cuenta además de puertas blindadas construidas en acero y con 200 milímetros de espesor, con un parabrisas delantero que tiene un espesor de 150 milímetros y unos vidrios laterales que lucen un grosor de nada menos que 120 milímetros. Su propulsor V8 turbodiésel con 6.500cc es el encargado de impulsar este automóvil gracias a una potencia cercana a los 600 CV y un consumo de 30 l/100 Km.
La nueva limusina debería contar con una nueva mejora en todos los aspectos, incluyendo la posibilidad de instalar un sistema de propulsión híbrida para rebajar los consumos de un vehículo que en la actualidad arroja sobre la balanza un peso de 6,8 Toneladas, por lo que incluso podríamos pensar en Tesla como una de las posibles aspirantes.
Tras los Lincoln Continental, Cadillac Fleetwood, Lincoln Town Car, Cadillac Brougham y Cadillac DTS, se apunta a Chrysler o Cadillac como las firmas con más posibilidades ya que se ha confirmado que ambos constructores cuentan en su haber con una propuesta firme para dar relevo al actual coche presidencial. Tesla podría ser la gran sorpresa dada su condición de constructor de vehículos eléctricos, además de cumplir con la condición de fabricante local.
La apuesta de Cadillac para brillar en el refinado mercado de los grandes sedanes de lujo.