Bajo los términos de este acuerdo, Opel y su filial británica Vauxhall se mantendrán "completamente integradas" en la organización global de producto de General Motors, lo que permitirá a todas las partes beneficiarse del intercambio de tecnología y de recursos de ingeniería.
General Motors ha explicado que los acuerdos definitivos sobre esta operación se cerrarán en las próximas semanas y que el cierre final de la operación se producirá en los meses venideros.
"El trabajo duro durante las dos últimas semanas para clarificar los asuntos pendientes y para resolver los detalles sobre el paquete financiero alemán han llevado a General Motors y a su consejo de administración a recomendar a Magna/Sberbank", ha explicado el presidente del grupo norteamericano, Fritz Henderson, quien también se ha mostrado agradecido con todas las partes involucradas, especialmente con el gobierno alemán.
"General Motors continuará colaborando de cerca con Opel y Vauxhall para desarrollar y producir mejores coches, como el nuevo Insignia y el nuevo Astra" , ha apuntado el máximo responsable del consorcio automovilístico.
La oferta de Magna buscaba hacerse con el 27,5 por ciento de Opel, dejando otro 27,5 por ciento para Sberbank, mientras que el grupo General Motors se quedaría con un 35 por ciento y el 10 por ciento restante quedaría para los empleados.
El nuevo consejo directivo de General Motors canceló la venta de Opel. La decisión se tomó debido a la recuperación financiera del grupo a nivel mundial y a la situación del mercado en Europa, la cual ha mostrado signos de mejoría.