El Mazda3 MPS o MazdaSpeed3, ha sido uno de los modelos que más entusiasmo han generado al público por parte de la marca japonesa, y ahora llega a su primera y bien merecida evolución. La primera sorpresa es que mantiene el propulsor de 4 cilindros y 2,3 litros turbocargado con inyección directa y no se ha hablado de mejoras en su rendimiento, pero no creemos que Mazda deje intacto el carácter del MZR 2,3 DISI Turbo que tanto éxito ha cosechado para la marca. Si se mantuviese igual, el aumento de rigidez estructural y la mejora de la suspensiones le darían mejor manejo a esos 265 equinos (de seguro no retrocederá).
La carrocería ‘base’ es la del HB recién presentado, pero agrega varios elementos, como una gran toma de aire en el capó que corta muy bien la ‘sonrisa’ de la ventila en el parachoques delantero, y además es verdadera pues es necesaria para que el intercooler trabaje de manera eficaz. Para hacer la estética más radical, se Mazda se ha inspirado en el RX-8, pues el fondo de los faros (con Xenón) cambia un poco respecto al Mazda3 HB atmosférico y se asemeja más al del deportivo de motor rotativo. En la parte trasera el parachoques es más bajo, con doble salida de escape y difusores de aire. En el interior la mayor diferencia serán las sillas tipo cubo.
En cuanto al Mazda3 iStop, se trata de una propuesta ecológica sin ser un modelo híbrido o algo parecido. Simplemente agrega un dispositivo de arranque-parada automático para el motor a gasolina MZR 2,0 litros de inyección directa que permite ahorrar cerca del 12% de combustible.
El nuevo compacto sonriente de Mazda se mostró por primera vez en Los Ángeles en carrocería sedán, después fue en Bolonia cuando se vio en configuración hatchback y el venidero Salón de Ginebra complementará la gama el Mazda3 MPS y iStop. Sin empezar a venderse, el auto arrancará en 15,045 dólares en el nuevo empaque.