Antes de hablar del auto, remitámonos al combustible. El hidrógeno no emite gases contaminantes, sólo vapor de agua. A ello suma que es un producto renovable, en contraste con el petróleo que es fósil, así que no debemos preocuparnos por saber para cuántos años queda. Claro, tiene sus contras, aunque más técnicos que ambientales (para nuestra fortuna), pues su producción y almacenaje es complicado, y es un elemento volátil, por lo que los fabricantes deben trabajar mucho en la protección del gas. Sin embargo, las marcas trabajan constantemente desarrollando prototipos y más prototipos, e incluso, ya hay algunos en producción para algunos lugares del planeta que cuentan con la infraestructura, como el Estado de California.
Mercedes-Benz lleva la delantera en vehículos con celdas de combustible, pues tiene la flotilla más grande de autos en prueba que se impulsan por hidrógeno (100). Uno de ellos es este B Class que fue captado en los desiertos de USA. El auto podría salir en el modelo 2010 por cantidades limitadas, con el pronóstico de producirlo en serie como una atractiva opción en la gama, arrancando desde el 2012 o 2015, en una apuesta agresiva con el mercado, pero amable con nuestro ambiente.
Auto de ciudad italiano, obtiene su energía de paneles solares y pila de combustible de hidrógeno, construido a partir de materiales reciclables… ¡presentamos al Fiat Phylla! La tecnología va por buen camino.