Nissan y Renault recuperan el sistema 4WS de cuatro ruedas directrices

La alianza Renault-Nissan utiliza en exclusiva este sistema en la actualidad, que logra mayor maniobrabilidad, mejora el ...
28/06/2008

Javier Fueyo

Aunque el 4WS (4 Wheel Steering, por sus siglas en inglés) ha tenido una presencia esporádica en el mercado de los automóviles, no lo ha sido tanto en el medio comercial, donde los conocidos camiones “oruga” los han implementado desde hace más de dos décadas como elemento de serie, principalmente por la maniobrabilidad que les concede en las minas y canteras, y donde el costo de mantenimiento y su sobrepeso no son factores importantes para opacar los atributos de este sistema.

Ahora Renault lo ha lanzado al terreno de la automoción comercial a través del Laguna III y su chasis Active Drive. Para ello, la firma francesa ha logrado gestionar el 4WS electrónicamente por medio de un sensor en la columna de dirección que emite información acerca de los grados que el conductor requiere por medio de líneas computarizadas (CAN). El calculador del tren trasero identifica los datos cada 10 milisegundos, distinguiendo el tipo de maniobra y la velocidad a la que circula el auto constantemente. La computadora proporciona el giro adecuado a las ruedas posteriores brindando la precisión característica del sistema.

El sistema ordena básicamente dos posiciones para las ruedas traseras: en sentido opuesto a las delanteras hasta en 3.5 grados, en velocidades inferiores a los 60 km/h; mientras que a velocidades superiores se tornan solidarias y reducen su radio de giro progresivamente.

Renault parece haber encontrado la fórmula para hacer del 4WS un sistema rentable, ampliando sus ventajas y reduciendo sus inconvenientes. Dado el éxito obtenido en los modelos de Renault-Nissan que lo equipan, BMW anunció incorporar un 4WS totalmente robotizado en su próxima generación de su buque insignia, el Serie 7.

Un poco de historia

En 1987 Honda comercializó una versión especial de su deportivo Prelude, el 4WS, que equipaba un sistema que le permitía girar hasta 1.7 grados en sus ruedas traseras solidariamente con las delanteras, lo que le permitía mejorar su maniobrabilidad y agarre. Sin duda alguna un gran diferenciador de tecnología y sensaciones en aquella época.

Efectivamente el sistema 4WS (4 Wheel Steering, por sus siglas en inglés) ofrecía mayores cualidades dinámicas, y pronto otros fabricantes implementaron la primicia en sus vehículos, como Mazda con su 626 en 1988, Peugeot en el 306 y posteriormente el Citroën Xsara VTS. En cuanto a los 4×4 la GMC Canyon y el prototipo Jeep Hurricane también echarían mano,  por dar algunos ejemplos.

El pionero: Nissan Skyline

A pesar de que el Honda Prelude 4WS fue el primer vehículo considerado con 4 ruedas motrices, los antecedentes le conceden técnicamente el título al Nissan Skyline de 1985 que hacía girar 0.5 grados las ruedas traseras conjuntamente con las delanteras, haciéndolo uno de los deportivos japoneses de mayor reputación en los 80 por sus capacidades dinámicas en los trazados de carreras. Con el mismo ánimo se implementó en el Citroën Xsara y los Saab 9-3.

Aquellos sistemas, en realidad no utilizarían mucho la limitada electrónica de la época. Las cuatro ruedas directrices se compondrían mecánicamente de los bujes de la suspensión, los cuáles se deformaban programablemente con la carga en las curvas (aunque en 1992 Honda incorporó ciertos componentes eléctricos). Esta carga controlada produce cierto giro en las ruedas traseras, que inmediatamente se transmite al conductor, puesto que la sujeción del carro en las curvas es notable.

Sin embargo, la diferencia en el manejo no fue suficiente para convertirse en un elemento deseable para los fabricantes de vehículos. Los principales factores que opacarían las ventajas del 4WS fueron sus elevados costos (de producción y mantenimiento) y el sobrepeso, sin contar el espacio que le restaba al baúl, la complejidad mecánica para repararlo y la tendencia a cruzar más de lo deseado.

Llegan Nissan y Renault

A finales de los 90, Nissan preparó un 4WS electrónico. El sistema lo aprovechó la filial de lujo de la marca nipona, Infiniti. De este se benefician actualmente los actuales M35 y M45 (denominada RAS, Dirección Trasera Activa por sus siglas en inglés). Disminuyendo peso y amortizando los costos del sistema, las cualidades de reducción del diámetro de giro; el aumento de maniobrabilidad, dinamismo y precisión en curvas, maniobras evasivas y de parqueo; el buen agarre del tren trasero; la rebaja en la tendencia subviradora y el placer de conducción a su máxima expresión, opacarían los contras del modelo inicial.

Renault Sport Technologies se apuntó la meta de innovar este mecanismo por medios electrónicos avanzados, con el fin de hacerlo comercial y viable para un modelo menos encopetado que el Infiniti M45. Como te hemos comentado, el Laguna III ha sido el modelo elegido para estrenar el sistema en el chasis Active Drive, equipándolo de serie en el acabado Sport, con el fin de responder a las expectativas de ventas (junto a una extensa lista de amenidades).

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