Cuando se complete el proceso de bancarrota que lleva Chrysler, la compañía emergerá con un nuevo presidente. El elegido para el cargo es C. Robert Kidder, quien tiene una carrera de cuarenta años de experiencia y declaró sentirse optimista y muy satisfecho con el papel que le tocará jugar en esta nueva era de la armadora de Detroit.
El actual presidente y CEO de Chrysler, Bob Nardelli, cesará en sus funciones cuando culmine el llamado Chapter 11. Entonces la compañía resurgirá en una nueva alianza con Fiat y tendrá como CEO al actual CEO de Grupo Fiat, Sergio Marchionne, quien será realmente el encargado de tomar las decisiones trascendentales.
Los cambios de Chrysler, necesarios para reorganizar la compañía y hacerla rentable, fueron exigidos por la Administración del Gobierno de Obama como requisito para conceder el bailout. GM también tuvo que cambiar a sus directivos. La decisión de Chrysler de nombrar a Kidder como presidente ha sido muy bien vista, pues la imagen de Nardelli y la percepción de la gente sobre su eficiencia se han visto muy dañadas con su gestión en la marca de la estrella.
A pesar de los vaivenes económicos de la economía estadounidense, Sergio Marchionne, CEO del Grupo Fiat y de la nueva alianza entre el fabricante italiano y el grupo Chrysler, confía en que en dos años a lo sumo esta última reporte beneficios. Marchionne se apoya para tal afirmación en los análisis procedentes de la agencia calificadora Morgan&Stanley.
Mediante un comunicado de prensa, el Grupo Chrysler ha hecho oficial la división de la marca Dodge en dos enseñas: Dodge y Ram. Asimismo, ha anunciado una nueva estructura de la compañía en la que destaca las renuncias de Peter Fong como presidente de la marca Chrysler, y de Michael J. Accaviti, como su homólogo de Dodge.
La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos ha ordenado paralizar temporalmente la venta del grupo Chrysler al consorcio automovilístico italiano Fiat después de que un grupo de acreedores apelaran ante el alto tribunal.