Lanzado oficialmente el 23 de febrero de 1967 el Pontiac Firebird consiguió revolucionar el mundo automovilístico, convirtiéndose en el sueño de todos los jóvenes de aquella época, con una producción superior a las 82,000 unidades ese primer año. Los muscle car eran ya una realidad en Estados Unidos desde hacía varios años, pero Pontiac consiguió con este modelo marcar un punto de inflexión en 1967.
El lanzamiento del Firebird vendría a completar una trilogía de autos impresionantes, compuesta por el Tempest, el propio Firebird y el Grand Prix. Estos tres modelos sobrepasarían en ventas ese año, por primera vez, al resto de las líneas de modelos tradicionales. Fueron muchos los que consideraron al Pontiac Firebird 1967, uno de los modelos más atractivos de ese año, gracias a su silueta espectacular y su parrilla frontal doble, empotrada y rematada por los faros dobles a los extremos.
Aun a día de hoy, este modelo que se ha convertido en un icono para los amantes de los autos clásicos en todo el mundo, nos sigue sorprendiendo con una imagen que trasmite potencia y robustez con toda suavidad. El Pontiac Firebird fue comercializado con dos tipos de carrocería, techo duro y convertible, sobre las que Pontiac ofrecer cinco terminaciones posibles, según los aditamentos y combinaciones.
Una de las grandes bazas del Pontiac, era su potente propulsor, un motor seis en línea de 215 CV de potencia y válvulas a la cabeza, como opción básica, aunque también se ofrecían varias opciones V8, hasta llegar al “400”, verdadero icono que incluía el motor V8 de 325 CV del GTO, siendo el único Firebird, ese año, que rebasaba los 3000,00 USD de precio de factoría.
Esta potencia descomunal para aquellos años y el peso reducido de este Pontiac, hacían que en versiones como el Firebird Sprint, equipado con el motor seis cilindros y 215 CV, este lograse acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 10 segundos exactos, y recorría el cuarto de milla en 17, 5 segundos. Estos números se reducían de forma drástica hasta los 6,4 segundos para el 0 a 100 km/h, y 14,3 para el cuarto de milla, con el V8 de 325 CV.
Nosotros continuaremos haciendo un repaso por los grandes clásicos norteamericanos, pero estoy seguro que pocos de ellos podrán superar a este Pontiac Firebird 1967.
En los años setenta, Dodge decidió poner una pausa a la fabricación de los denominados pony car, con un impresionante auto, el Dodge Challenger.