Prueba de carros: BMW X6M 2010

Con la llegada de la variante M a la ya de por sí atractiva X6, BMW reescribe ...
11/03/2010

Javier Fueyo

Para tratar de convencernos de que estamos a bordo de un M legítimo, BMW ha dotado a esta X6 de una interesante serie de aditamentos que buscan hacer una clara diferencia sobre la X6 xDrive 50i. Para comenzar, la gestión electrónica del motor, que gracias básicamente a una reprogramación en el mapeo de la computadora, se consigue subir de 407 a escalofriantes 555 caballos, que en teoría deberían de ser suficientes para acelerar de 0 a 62 mph en 4.7 segundos a nivel del mar. Con semejante par (510 libras-pie), las casi 2.5 toneladas de peso no son ningún problema. Bye-bye Cayenne.

TRANSMISIÓN DEL BMW X6M
La transmisión ayuda, ya que gracias a los miles de menús y botones con lo que podemos jugar en la consola y el volante, se puede seleccionar un modo de cambio tan rápido que nos recuerda, hasta cierto punto, a la caja del glorioso M5. Para lograr este desempeño con una caja convencional (de convertidor de par y con “sólo” 6 velocidades) , la marca bávara pulió el sistema de tal modo que más de un cilindro deja de funcionar en ese breve lapso de tiempo para reducir el torque y, en consecuencia, el tiempo de respuesta de la caja. Mejor aún, con el modo más agresivo seleccionado, no habrá cambios anárquicos incluso llegado el corte; estará a nuestras enteras órdenes. Las cifras de rebase son abrumadoras como las de aceleración, necesitando de apenas 3 segundos para “brincar” de 80 a 120 km/h, eliminando por completo el estrés de los rebases y sustituyéndolo por una elevada dosis de adrenalina y diversión.

TECNOLOGÍA DEL BMW X6M
La X6 M es uno de los mejores ejemplos de cómo lograr que un peso completo se mueva como peso gallo. Y es que esta M se maneja muy bien, muy obediente y parece en todo momento que sus ruedas estuvieran, o bien pegadas al piso o sobre rieles, como un tren. Es de una obediencia abrumadora, con todo y que en báscula llega casi a 2,500 kg. Esto se consigue gracias a varios trucos. Primero el bastidor, que presume de estabilizadoras activas que pueden llegar a eliminar casi por completo la inclinación de la carrocería en curva. Luego está la dirección activa, que además de variar la desmultiplicación de acuerdo a la velocidad, podemos reducir a voluntad la cantidad de asistencia con tan sólo pulsar un botón. ¿Quiere más? Hay una modalidad deportiva en el control de estabilidad que permite, por ejemplo, que a la salida de una curva lenta se produzca cierto sobreviraje para salir con la máxima rapidez y aceleración posible, pero sin riesgo alguno de caer en excesos y driftear hasta terminar en un trompo.


El resultado es simple: la X6 M es la más bestia de todas las camionetas sobre la faz de la tierra. Y no lo decimos de manera despectiva, sino todo lo contrario. En palabras simples y llanas, la X6 M es la camioneta más rápida del planeta; no hay SUV más rápida. Pero bueno, nuestro ojo crítico también nos obliga a hablar de sus aspectos mejorables, como los frenos por ejemplo. Los discos son enormes, de casi 40 cm adelante y de 39 en el eje trasero. Hasta ahí todo bien, mientras llegamos a las pinzas, con una superficie de mordida reducida y apenas dos pistones. El resultado es un pedal siempre esponjoso, aún antes de rodar, y para colmo con una fatiga relativamente pronta. O mejor dicho, muy pronto para tratarse de un M. Y para muestra las distancias de frenado durante nuestra sesión de pruebas, que pasaron de 39 a 42 metros para frenar desde 100 km/h con apenas dos repeticiones, valores buenos en términos generales pero pobres para un coche de su precio y potencia.

PERSONALIDAD DEL BMW X6M
Estéticamente sí que lo es, gracias a la pintura monocromática, colores exclusivos, fascias con labios protuberantes, enormes tomas de aire para motor y frenos, rines de 20”, suspensión rebajada, vestiduras especiales, asientos perfectos, sistema de información en parabrisas, costuras y logotipos M y demás; visualmente está claro. Pero en términos de purismo, parece más una X6 con paquete deportivo que un M de verdad. Los más fanáticos estarán de acuerdo conmigo: para ser M tiene varios “defectos” importantes que se contraponen a la esencia Motorsport: tiene una caja automática convencional, tracción en las cuatro ruedas y, el más importante de todos, pesa demasiado; más que los M originales 2000 ti y 3.0 CSL juntos. Esos sí que eran M. El M3 y el M5 también, pero esta X6, es un delicioso exceso, no un M.

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