El segmento de los deportivos no es tan pequeño como parece. Es de nicho, sí, porque atiende a un tipo de cliente con gustos y necesidades muy similares. Pero eso no quiere decir que la oferta sea necesariamente limitada. Prueba de ello es el Mustang V6 que ilustra estas páginas, cuyo precio de 21,000 dólares lo coloca entre una amplísima variedad de autos de corte personal y con intenciones velocistas. Eso en cuanto al precio, pero tomando en cuenta la esencia del pony de Ford, el archirival es el Camaro V6. Eso sí, para acceder al modelo “base” de Chevrolet hay que pagar 100 mil pesos más, ya que éste apuesta por ofrecer prácticamente el mismo equipamiento del SS, pero con menos cafeína bajo el cofre.
Opciones de personalización
La gran ventaja del Mustang es que, a diferencia de la inmensa mayoría de sus rivales, se puede personalizar –o mejor dicho “accesorizar”- al gusto de cada comprador en el concesionario. Justo como nuestro ejemplar de prueba que, a los ojos de los más distraídos, significó más de una vez la pregunta: “¿es el nuevo Shelby?
Y es que no hay que tener siquiera el GT para que podamos lucir un Mustang intimidante y llamativo. Gracias a esta nueva variante en la marca del óvalo azul, ahora se puede pedir con rines diferentes, tomas de aire simuladas por doquier, spoilers, franjas muy racing, parrillas a la medida y demás. El interior también se puede enriquecer con un manos libres para el iPod y el teléfono, que se suma al aire acondicionado, elevadores eléctricos y poco más, ya que el interior del V6 es incluso adusto; se nota de inmediato el volante de plástico, el radio básico y las vestiduras de tela. Sin embargo, aplaudimos a Ford el equipamiento de seguridad. En todos los Mustang –desde el V6 hasta el Shelby GT500- hay de serie bolsas de aire frontales y laterales, ABS y controles de tracción y estabilidad. Ojalá todos hicieran igual.
210 HP, 240 lb-pie
Bajo el cofre del Mustang base vive un V6 de 4.0 litros que entrega 210 HP y poco más de 240 libras-pie de torque, una cifra raquítica si atendemos a la relación potencia/desplazamiento (52.5 HP/litro), pero suficiente en términos prácticos, ya que los resultados en aceleraciones y recuperaciones serán suficientes para la mayoría de sus conductores. A diferencia del GT, el V6 no es para quemar llanta ni para humillar a nadie a la salida de un semáforo, pero gracias a que el auto no es tan pesado y que la caja automática presume relaciones más bien cortas –especialmente 1ª y 2ª-, hace el 0 a 60 mph en tiempos relativamente aceptables. Obviamente, el modelo 2011 con sus 305 HP significará un antes y un después en este pony car.
No obstante, tiene un par de aspectos mejorables que saltan a la vista rápidamente. Primero, la suspensión es blanda, algo que no es malo en un sedán o una camioneta, pero desentona en un coupé con las formas (e intenciones) del Mustang. Si queremos mantener un ritmo elevado en una carretera de montaña, la inclinación de la carrocería y las transferencias de peso serán notorias.
En segundo lugar están los frenos. Es cierto que son potentes y cumplen en materia de distancias, pero el tacto del pedal es esponjoso y la resistencia a la fatiga es limitada, por lo que habrá que evitar los ritmos alegres en pendientes prolongadas. De lo contrario, se notará una clara vibración en el pedal que acusa el exceso de temperatura en el sistema y al final se alabearán los discos.
Futuro prometedor
La estrategia de Ford es clara: ofrecer un deportivo atractivo y legendario para carteras de varios calibres. Algo que no ofrecen sus rivales yanquis y que seguramente, al paso de los años, se reflejará en los niveles de venta. Y no es que quien tenga en mente un hatchback deportivo con motor turbo, dude necesariamente entre comprar éste o un coupé americano, pero cuando por el mismo precio se puede comprar un auto tan legendario como un Mustang, la decisión de compra se verá felizmente afectada.
Tarde pero seguro
Durante el Salón de los Ángeles, Ford anunció el motor V6 de su renovada gama mecánica para el Mustang 2011. Así las cosas, el veterano V6 de 4.0 litros será reemplazado por un mucho más eficiente motor de 3.7 litros, cabeza multiválvula y una potencia en torno a los 300 HP. Más adelante, Ford dará los datos completos sobre el nuevo 5.0 litros de aluminio y 32 válvulas (conocido internamente como “Coyote”) con una potencia estimada de 400 caballos que sustituirá al actual V8 de 4.6 litros del GT. Adicionalmente, se especula que éste último servirá de base para el futuro GT500, aderezado, claro esté, con doble turbocompresor para llegar a la friolera de 600 caballos.
Ficha Técnica
Motor
Situación |
Delantero longitudinal |
Nº de cilindros |
Seis en V a 60° |
Bloque / cabeza |
Fundición / aluminio |
Distribución |
SOHC, 12 válvulas |
Alimentación |
Inyección electrónica multipunto |
Cilindrada |
4,009 cc / 4.0 litros |
Diámetro x carrera |
100.4 x 84.4 mm |
Compresión |
9.7:1 |
Combustible |
Gasolina, 87 oct |
Potencia máxima |
210 HP a 5,300 rpm |
Par máximo |
325.6 Nm (240 lb-pie) a 3500 RPM |
Transmisión
Caja |
Automática, 5 velocidades |
Tracción |
Trasera |
Embrague |
Convertidor de par |
Relación diferencial |
3.31 :1 |
Bastidor
Susp. del. |
MacPherson c/brazo “L” |
Susp. tras. |
Eje rígido c/Panhard. |
Elemento elástico |
Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. |
Sí / sí |
Frenos del. |
Discos vents., 293 mm |
Frenos tras. |
Discos vents., 300 mm |
Asistencias |
ABS, TC, AdvanceTrac |
Dirección |
Hidráulica, variable |
Giros/ø volante |
2.75/37.5 cm |
Diámetro de giro |
10.95 m |
Neumáticos |
235/50 ZR18 97W |
|
Pirelli PZero Nero |
Carrocería
Peso |
1,636 kg |
Largo x Ancho x Alto |
477 x 188 x 141 cm |
Distancia entre ejes / vias |
272 / 158-160 cm |
Cajuela |
380 l |