Todo apunta a que se convierta en el nuevo auto campeón de Le Mans.
Una de las principales tareas de los diseñadores del mundo automotriz es “rebajar” el peso de los autos; sin embargo, en el caso de los autos de carreras, ésto es todavía más importante.
Luego de las nuevas regulaciones que afectan a la categoría LMP1 (Le Mans Prototypes 1), la gente de Audi Sport ha trabajado para aprovechar el nuevo peso mínimo requerido: 870 kilogramos, contra los 915 del año pasado. Pero no es tan fácil “poner a dieta” a un auto de estos y las mejoras han sido muy complicadas. Sin poner en predicamento la seguridad del piloto, los materiales deben de seguir siendo muy resistentes y, cada vez, más ligeros.
Ahora figuran materiales como el Zylon, que se ubica a los costados del piloto y la idea es que no permite que objetos punzantes perforen el habitáculo en caso de algún impacto. También la columna de dirección ha sido modificada y el resultado es que, al día de hoy, el R-18 e-tron quattro se ha convertido en el prototipo más ligero en la historia de la marca de los cuatro aros.
Ya veremos qué le espera en la demandante prueba de Le Mans, donde se medirá con rivales de la talla de Porsche y Toyota.
Autos y mecánicos entrenando al máximo
La marca tendrá como piloto al australiano Mark Webber